Según la información que maneja, la empresa está tratando de renegociar el pago de la deuda con los propios acreedores para sacar adelante el proyecto de viabilidad de la fábrica, pero los encargados de pilotar esas negociaciones necesitan "de un par de semanas más para tener una impresión definitiva".
Por ello, López Carmona subrayó que en esas circunstancias "no se puede clarificar nada" con respecto a la situación de los empleados de la fábrica y menos todavía ofrecer "garantías" en relación con el mantenimiento de los puestos de trabajo.
Desde su punto de vista, hay dos "posibles respuestas" a esta situación. "Si al final de mes hay buena disposición para llegar a un acuerdo" entre la empresa y los acreedores, es posible que la situación pueda reconducirse en el mes de abril para que la fábrica reanude su actividad, paralizada desde hace unos días, explicó.
Sin embargo, "si no se llega a ese acuerdo", precisó López Carmona, lo más probable es que la empresa se vea obligada a entrar en un "procedimiento concursal" y, posteriormente, en fase de liquidación.