De la Hoya indicó que los vecinos de la localidad se suman a esta celebración vistiendo trajes tradicionales de pastores y colaborando en la organización de talleres que recuperan antiguos oficios como la elaboración de la lana, el hilado o el lavado de prendas en la fuente.
La fiesta comienza con la "reunión de pastores" y la degustación de productos típicos, como las migas pastoriles y los torreznos.
El mayoral Segundo Izquierdo es el encargado de dar las instrucciones oportunas para el recorrido que seguirá el rebaño y la primera parada se realiza en la ermita del Salterio.
El presidente de la asociación apuntó que allí se canta la Salve, que es como "la despedida del pueblo" que realizaban los pastores antes de ir hacia Extremadura.
Pero antes de poder marcharse, De La Hoya indicó que los pastores debían contar con la "guía", la documentación necesaria para atravesar los territorios por los que pasarían y cuya entrega por parte del alcalde se revive en la Plaza Mayor del Tolbaños.
Desde allí se recorren las calles de la localidad, donde los visitantes pueden ver los distintos talleres de oficios tradicionales.
El presidente de la asociación El Salterio señaló que el recorrido terminó en el campo de Revilla, donde hay construido un "chozo" como los que usaban los pastores en las majadas. Allí se recrea la despedida de los pastores mientras los asistentes cantan la tonada tradicional "Ya se van los pastores hacia Extremadura".
Raúl de la Hoya declaró que la fiesta concluye con una comida de hermandad, en la que se degustan sopas y fritos pastoriles, tras la que se celebra una conferencia sobre la trashumancia.
Potenciar y recuperar una tradición que era el modo de vida de este municipio
El presidente dijo que el objetivo de esta fiesta es "potenciar y recuperar" las tradiciones y costumbres de Tolbaños de Arriba, que hasta no hace demasiado tiempo fue un pueblo trashumante.
De la Hoya recordó que esta fiesta se incluye en la programación anual de la Asociación, que cada mes tiene una actividad en la que colaboran los apenas veinte vecinos que tiene la localidad durante todo el año y aquellos que pasan los fines de semana.
De este modo, Tolbaños de Arriba "sigue vivo" y lucha por "no perder sus tradiciones".
(Foto: www.altotero.com)