Tras la firma del documento, Gaspar Anabitarte (UGAM-COAG) ha valorado que se trata de un momento "histórico" y ha destacado el grado de consenso y acuerdo alcanzado por los representantes de todas las organizaciones firmantes del acuerdo, que cuenta con el apoyo también de la Fundación Félix Rodríguez de la Fuente.
Ahora la responsabilidad está en manos del Gobierno regional
Anabitarte ha resumido el contenido de este acuerdo que incluye dos asuntos "clave": que los ganaderos aceptan de "forma general" la presencia del lobo y la convivencia con este animal y que las organizaciones conservacionistas admiten la necesidad de controlar esta especie en "unas zonas determinadas".
En el documento trasladan al Gobierno regional y a los partidos políticos la necesidad "urgente" de elaborar un Plan de Gestión de Lobo en Cantabria, como ya existe en las comunidades vecinas de Galicia, Asturias y Castilla y León.
En el caso cántabro, el representante de UGAM-COAG ha destacado que, además, se haría con el acuerdo de todos los actores implicados, lo que no ocurre en alguna de esas regiones donde, según ha asegurado, el sector ganadero "está encendido".
En este sentido, Anabitarte ha advertido de que si finalmente se les presente un plan en el que los ganaderos cántabros no hayan intervenido, no lo van a aceptar "por muy bueno que sea". "Si es contra nosotros no lo vamos a aceptar", ha apostillado.
A este respecto, el documento sostiene que el plan tiene que incorporar a la Mesa del Lobo de Cantabria como órgano de "participación, asesoramiento e intercambio" de experiencias entre todos los sectores implicados.
Además, a la espera del censo de lobos en Cantabria, el documento establece como ámbito de aplicación del plan toda la región para favorecer una gestión "más eficaz" y propone crear zonas para albergar esta especie teniendo en cuanta su orografía y las características socioeconómicas y ecológicas de cada territorio.
En cuanto a la compatibilidad con la producción ganadera, apuestan por medidas de control de las poblaciones, con cupos determinados a partir de estimaciones "rigurosas", que estiman que en Cantabria deberían de realizarse cada dos años por la poca extensión de su territorio.
Acelerar las indemnizaciones y no como ahora, que se abona las de 2010
Y reclaman que el coste de los daños sea "cero" para los ganaderos y lo asuma "en su totalidad y en todo el territorio" el Gobierno regional. Para las indemnizaciones pide que se abonen en un plazo "razonablemente breve" de tiempo y abogan por minimizar la "burocracia actual".
Sobre este asunto, Pedro Gómez (ASAJA-Cantabria) ha acusado al Ejecutivo cántabro de no haber "hecho los deberes" y ha criticado que se estén pagando ahora indemnizaciones por daños ocurridos en 2010 y que incluso haya casos en los que "se cuestione" si esos hechos fueron provocados por lobos.
En el documento, también se habla de medidas de prevención, como el uso de perros o cercados electrificados, entre otras, y se las señala como "irrenunciables" para disminuir la conflictividad asociada a los ataques de esta especie.
Además, se propone la creación de un fondo económico para compensar el lucro cesante y que se articulen ayudas que reduzcan los daños, al tiempo que los firmantes manifiestan su tolerancia "cero" con la caza furtiva del lobo o el uso de venenos.
"Ahora la pelota está en el tejado de la administración", ha advertido Guillermo Palomero, representante de la Fundación Oso Pardo, quien ha defendido que con estas medidas servirían para "mejorar la convivencia en el mundo rural".