Todo el sector citrícola ha aplaudido la decisión de los Estados miembros de la Unión Europea (UE) de apoyar su reivindicación de aplicar a las importaciones extracomunitarias de cítricos el tratamiento en frío, una fórmula que impide la llegada de plagas como la falsa polilla (‘Thaumatotibia leucotreta’) en las frutas.
Para todo el sector citrícola representa «un hito» y «un paso histórico», pero no se conforman y reclama que no solo se aplique a las naranjas, sino también a las mandarinas y pomelos.
Para la Interprofesional Intecitrus esta decisión «es algo que trasciende a la citricultura española, es un paso histórico en favor de la sanidad vegetal del conjunto del agro europeo”, según ha valorado la presidenta de Intercitrus, Inmaculada Sanfeliu.
HABRÁ UN PERIODO TRANSITORIO ESTA CAMPAÑA Y UNA DOBLE ALTERNATIVA A PARTIR DE LA SIGUIENTE
Todos los miembros de la interprofesional coinciden en expresar la “enorme satisfacción” por el logro consumado y felicitan al citado departamento por el “excelente trabajo técnico” desarrollado desde hace meses y por las “intensas gestiones políticas” desplegadas durante estos últimos días “para hacer valer los argumentos científicos” en la lucha contra esta plaga frente a “intereses ajenos a la cuestión fitosanitaria, al sector y a la propia Europa”.
La decisión del SCoPAFF, que se tramitará de urgencia para que sea publicada en el DOUE y entre en vigor antes de finalizar el mes de junio, implica un régimen transitorio para esta campaña y una doble alternativa de tratamiento de frío a partir de la siguiente temporada.
En la presente campaña, la Comisión Europea reclamará a los países donde esté declarada la Thaumatotibia leucotreta –que en naranja son fundamentalmente Sudáfrica y Zimbabwe- un preenfriamiento (precooling) a 5 grados en origen (en el mismo puerto de salida) y un tratamiento en tránsito (durante la travesía en el buque) a entre -1 y 2 grados durante 25 días. Y ya para 2023 se permitirá elegir entre dos opciones: un cold treatment de entre -1 y 0 grados durante 16 días u otro a entre -1 y 2 grados durante 20 días.
En ambos casos, siguiendo los modos de hacer habituales en este terreno, a los operadores se les exigiría un precooling a 0 grados y a 2 grados, respectivamente. Entre otros muchos requisitos técnicos, esta propuesta impondrá el control mediante sensores de los registros de temperatura citados que deberán estar disponibles y un porcentaje de las partidas serán muestreadas e inspeccionadas.
El cold treatment se aplicará sólo a naranjas pese a que las clementinas, mandarinas y pomelos son también hospedadores de la ‘Falsa polilla’, por loque la Interprofesional pugnará por ampliar la cobertura del acuerdo.
PARA COOPERATIVAS, REPRESENTA PONER EN VALOR LA PROTECCIÓN FITOSANATARIA EUROPEA SOBRE OTROS INTERESES
Por su parte, Cooperativas Agroalimentarias de España reconoce y agradece el liderazgo del ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas y su equipo, y el compromiso de las autoridades de Sanidad y Seguridad Alimentaria de la Comisión hasta conseguir esta medida, «que supone persuadir a los socios comunitarios de la necesidad y legitimidad de anteponer la protección fitosanitaria de las plantaciones citrícolas de la UE sobre cualquier otro interés».
Por eso, las cooperativas y todo el sector citrícola esperan que este paso «sea un punto de inflexión para mejorar la política de protección fitosanitaria de la UE para otras producciones, otras plagas y otros orígenes de elevado riesgo».
Cirilo Arnandis, presidente del Grupo de Trabajo de Cítricos de Cooperativas Agro-alimentarias de España ha manifestado su satisfacción por “el paso histórico dado hoy en Bruselas que debe ser el inicio de una marcha sin retorno hacia el refuerzo de la protección de la sanidad vegetal de la producción agraria europea”. “Aun a falta de conocer los detalles de las medidas adoptadas y de poder calibrar correctamente su calado, hoy podemos decir que la UE ha optado, al fin, por imponer el único tratamiento eficaz para prevenir el riesgo de entrada en la UE de esta peligrosísima plaga”. Una plaga, ha recordado, “que podría atacar a múltiples especies (no solo los naranjos, ni siquiera solo a los cítricos) y contra la cual no habría posibilidad de erradicación, a falta de tratamientos autorizados”.