Un total de 190 dispositivos fueron repartidos desde 2012 por toda la provincia para medir los niveles de radiación del arroz cultivado en la región.
En 2012, excedían los estándares de seguridad 71 sacos de arroz, mientras que en 2013 fueron 28 los que superaban los niveles establecidos por el Gobierno de Japón.
Todos aquellos sacos que no cumplen con los niveles recomendados son destruidos, mientras que los que los superan reciben un sello de certificación.
Los productores de Fukushima han probado desde la crisis nuclear varios métodos para reducir la radiación en el arroz como cambiar el fertilizante utilizado de manera que el cesio radiactivo no es absorbido por la planta.
A pesar de los resultados de 2014, las autoridades de Fukushima tienen previsto continuar con el programa de pruebas de radiación, apuntó Asahi.