El vino es uno de los pocos productos capaces de transmitir la esencia del lugar en el que nacen y el espíritu de las gentes que lo elaboran, las dos características que mejor definen un vino tan singular como el Tinto Crianza Cosecha 2019 ‘Tobía Luz de Luna’, la última novedad presentada por Bodegas Tobía. Una mágica conjunción de la expresión del terruño que rodea la localidad de Cuzcurrita, donde la bodega cultiva 35 hectáreas de viñedo, y del inevitable sesgo romántico que, antes o después, aflora en todo bodeguero nacido y criado a pie de cepa. Si el lema ‘con alma de autor’ refleja fielmente el espíritu innovador que late tras los vinos creados por Oscar Tobía a lo largo de tres décadas, en ‘Luz de Luna’ el autor robustece sentimientos, que fluyen tras descorchar cada botella.
Incluso un ingeniero agrónomo con el espíritu innovador de Oscar Tobía, pionero en elaborar vinos vanguardistas y con un perfil muy técnico, ha sucumbido a la tentación de expresar un sentimiento tan romántico como el de «celebrar el nacimiento y el comienzo de una nueva vida» a través de la creación de un vino con tan sugerente, atractivo y seductor nombre como ‘Tobía Luz de Luna’. Un homenaje por partida doble al sentimiento de arraigo del bodeguero a la villa de Cuzcurrita de Río Tirón, este crianza de la excelente cosecha 2019, nace con vocación de vino de municipio.
El nombre de la localidad ya parece aludir a su pequeña dimensión, a algo caprichoso y con cierto aire romántico, como el que se respira paseando por sus calles jalonadas de caserones de piedra de sillería blasonados de escudos nobiliarios. Situada al sur de la comarca de Haro, en el área más occidental de la DO Ca Rioja, las tierras frías del Rioja colindan con la provincia de Burgos y el cambio climático ha generado en estas tierras de influencia atlántica unas altas expectativas para la producción de vinos tintos de gran calidad. Los viñedos de tempranillo que Bodegas Tobía cultiva en Cuzcurrita son viñedos muy especiales, de clones poco productivos, racimos sueltos y granos pequeños, con suelos arcillo calcáreos y franco arenosos, todos ellos con gran predominio de cascajos y localizados a unas altitudes de 520-560 m.
La añada 2019 con que se presenta ‘Luz de Luna’ Tinto Crianza fue de espectacular calidad, la mejor de la década sin duda, con rendimientos muy bajos en general y una excelente sanidad de la uva gracias a la buena climatología durante la maduración. Los vinos ofrecieron un gran equilibrio, con aromas muy francos y frutales, con buenas acideces, elevados contenidos en polifenoles y una madurez muy óptima de la uva, rozando la perfección. ‘Luz de Luna’ 2019 hizo la fermentación maloláctica en barrica, seguida de una crianza de 14 meses en barricas de roble americano.