EFE.- El equipo de profesionales de la televisión alemana, según han explicado hoy a Efe fuentes de la Asociación Profesional de Agentes Medioambientales de Castilla-La Mancha, se han interesado sobre el uso ilegal del veneno que se realiza en el medio natural y cómo puede afectar a las especies protegidas.
Para ello, acompañaron a los agentes medioambientales que integran la Unidad especializada en la investigación contra el uso ilegal del veneno en el trabajo diario de campo que realizan con el fin de detectar, prevenir e investigar los casos que se producen en Castilla-La Mancha.
La importancia de estas unidades se puso de manifiesto durante la visita de los periodistas alemanes, que comprobaron cómo la UNIVE es una herramienta básica para seguir reduciendo la incidencia de este problema, que actualmente constituye una de las principales amenazas para la fauna en la región.
El equipo de la televisión alemana también conoció cómo la UNIVE se apoya en otros equipos del cuerpo de Agentes Medioambientales, como los de la Unidad Canina de Albacete, para detectar los cebos envenenados en el campo.
Hasta hace unos años, una de las principales carencias en la lucha contra el veneno, según la Estrategia Nacional para la Lucha contra el Uso Ilegal de Veneno en el Medio Natural, era la impunidad de los envenenadores debido a la carencia de medios y formación específica de los agentes de la autoridad para desarrollar las labores de recogida, custodia y conservación de las muestras y pruebas objeto de los análisis periciales.
Estas carencias, hasta hace unos años, dificultaban que se pudieran reunir pruebas suficientes para inculpar al autor material del delito, lo que hace que muchos de los casos quedaran sobreseídos o archivados por los jueces o muchos otros ni siquiera se enviaran a los juzgados.
Para evitar esa impunidad con la que se cometían algunos delitos contra la fauna, como es el uso de cebos envenenados, el proyecto Life+ VENENO promovió la creación de dos unidades de agentes medioambientales especializadas en la lucha contra el veneno en Castilla-La Mancha.
Estas unidades, que actúan a nivel regional y tienen su sede en Toledo y Ciudad Real, tienen como objetivo reducir la incidencia de este problema, que actualmente constituye una de las principales amenazas para la fauna de la región.