Sin embargo, la AMA hizo pública una lista de aceites que contienen el aditivo prohibido clorofila cúprica, entre los que se encuentra un aceite de semillas de uva de la empresa Fwusow, que en su etiqueta dice que es originario de España.
En conferencia de empresa, el portavoz de Fwusow señaló que su aceite de semillas de uva había sido importado directamente de España a través de la empresa Vidoria SL y que, si tienen problemas, demandaría a la empresa española.
El gobierno isleño ha publicado una lista con aceites que no contienen ni clorofila cúprica ni aceite de algodón para orientar a los consumidores isleños.
El fraude llego a crear el pánico entre los consumidores
Los medios taiwaneses están dedicando mucho espacio a cubrir el escándalo de las mezclas de aceites vendidos como de oliva procedentes de España o Italia, y varios legisladores han exigido un endurecimiento de la normativa y el aumento de los controles sobre el etiquetado y examen de los aceites importados.
En general, la cobertura no ha señalado deficiencias en los aceites españoles sino adulteración ilegal en la isla, pero en varias ocasiones se ha mencionado en la prensa y en la televisión un estudio realizado en España en 2012 en el que supuestamente se descubrió que un cuarto de los aceites de oliva no cumplían con la normativa europea.
La polémica, desencadenada hace dos meses cuando se descubrió que aceite de la empresa Chang Chi vendido como "puro de oliva español" era en realidad una mezcla con aceites baratos y clorofila cúprica, está creando pánico en el consumidor taiwanés y una oleada de retiradas de productos alimenticios y de fuertes multas y condenas.