De hecho, dado que el 28 de mayo la empresa podría entrar inexorablemente en "concurso de acreedores", el sindicalista reiteró que "la cuenta atrás" ha empezado ya en "el cronómetro", por lo que no queda tiempo para la indecisión y se hace necesaria "una decisión activa" por parte de la Consellería de Economía e Industria.
Aunque la plantilla comprende que la Xunta tenga que hacer "un trabajo silencioso" para garantizar el futuro de la empresa, opinó que esa labor tiene que ir acompañada de "compromisos claros" que no acaban de materializarse.
Según López Carmona, "la sensación" que tienen los propios trabajadores es que "la Xunta va a dejar que el conflicto se prolongue en el tiempo" para que la empresa llegue finalmente "al concurso de acreedores".
En todo caso, anunció que los empleados seguirán manifestándose y endureciendo el calendario de movilizaciones hasta que se garantice la viabilidad de la empresa.