Todo hace indicar, como se venía previendo desde hace ya un par de semanas, que el momento dulce que han estado viviendo los cerales este año se está acabando. Y no solo en el caso de la cebada, que sigue cayendo poco a poco aunque aún mantiene una cotización alza, sino de todas las variedades que, al igual que pasó cuando era la cebada la que subía, ahora ven cómo las arrastra pero en el lado negativo. Solo el trigo duro se ha salvado de este hundimiento de los precios, al subir dos euros la tonelada.
Así, el precio medio de todos los cereales cayó y solo el trigo duro alcanzó en la semana del 10 al 16 de diciembre los 204,50 euros/tonelada, un 0,98% más respecto a los siete días anteriores, en contraste con la bajada generalizada del resto de cereales.
Según ha informado este lunes 17 la Asociación de Comercio de Cereales y Oleaginosas de España (Accoe), los descensos semanales se han producido en el trigo blando (baja de 201,71 hasta 201,50 euros/t), cebada (retrocede de 193,39 a 192,39 €/t), maíz (pasa de 182,49 a 181,59 €/t) y cebada de malta (disminuye de 203,17 a 202,83 €/t).
Entre la semana 1 y la 50 de 2018, las variaciones porcentuales de las referencias mayoristas de los cereales han sido positivas para el trigo blando (+7,13%), maíz (+0,98%) y cebada (+4,80 %) y negativa para el trigo duro (-5,62%).
Como ya se venía diciendo, parece claro que el mercado intenta digerir la subida de precios de los cereales que se produjeron durante todo el mes de noviembre, a la vez que coincide en que, según nos acercamos a la finalización del año, se observa un cierto repunte de la oferta, puesto que mucha mercancía que estaba guardada en nave del agricultor sale ahora a la venta para poder hacer frente a los gastos o porque fiscalmente no se pueden dejar dos cosechas para un solo año.