ASAJA de Ciudad Real y la Comunidad de Regantes del Vicario se unen para solicitar la creación de pozos de emergencia que aseguren la supervivencia de los cultivos en la zona. Los agricultores no tienen dotación para regar en esta campaña debido a que no hay agua en el embalse, tras la decisión adoptada por la Comisión de Desembalse de la Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG). Pero no poder regar “es una auténtica catástrofe”. Especialmente afectados están los cultivos leñosos.
Cabe recordar que en las dos últimas campañas en que se ha regado, 2020 y 2021, la CHG solo autorizó el riego de emergencia para cultivos leñosos. Dicha dotación está establecida en el actual Plan Especial de Sequía (PES) en 625.000 m3, y fue calculada hace muchos años para una superficie de 325 hectáreas, que era la que había en su momento. Sin embargo, esta superficie ha ido creciendo hasta las 1.000 hectáreas dado que, a la vista de la escasez de agua en la zona, son los únicos cultivos que pueden aportar rentabilidad.
Muchos de estos cultivos vienen sufriendo la sequía de varios años, sumada a una dotación muy escasa de riego en las dos campañas precedentes, y directamente nula en 2022. Los volúmenes aplicados no han llegado ni a los 1.000 m3/ha en estos años pasados. Esta situación se ha visto agravada por las graves deficiencias del cabezal de riego, que ni siquiera permitió aplicar la dotación prevista en el PES, quedando en poco más de 400.000 m3 cada año los riegos aplicados en 2020 y 2021.
LA SITUACIÓN DE ESTOS CULTIVOS LEÑOSOS, A DÍA DE HOY, ES CRÍTICA. YA SE ESTÁN SECANDO VIDES, OLIVOS, ALMENDROS Y PISTACHOS
En este sentido, hay que destacar que fue la propia CHG, quien, siendo conocedora del mal estado de las instalaciones, redactó un proyecto de reforma y adecuación de las mismas en 2019, sin que a día de hoy ni siquiera haya sido dotado de presupuesto.
Así las cosas, la situación de estos cultivos leñosos, a día de hoy, es crítica. Ya se están secando vides, olivos, almendros y pistachos. La situación es tal que la estampa que ya nos encontramos es la de agricultores arrancando los cultivos y clausurando sus explotaciones. Sin agua es la ruina del sector y el abandono de nuestros pueblos por quienes generan riqueza y puestos de trabajo.
Tanto la organización provincial agraria como la Comunidad de Regantes consideran que se dan las circunstancias como para que se tomen decisiones urgentes y se opte por los pozos de emergencia; una herramienta que ya se ha usado con anterioridad en la provincia, en concreto en la zona de Argamasilla de Alba y en las Tablas de Daimiel.
La comunidad de regantes de El Vicario ocupa 5.000 hectáreas y aglutina a más de 800 comuneros, que han estado mirando al cielo en los últimos meses, encomendando todo su trabajo al capricho de la climatología. Pero ASAJA y la Comunidad de Regantes entiende que «la inacción ante este grave problema no puede ser la respuesta de la Administración, quien debe esforzarse y velar por los intereses de los ciudadanos. Buscar soluciones inmediatas es el deber de la CHG. Alternativas, hay. Ahora solo falta que haya voluntad y acción».