El contexto extraordinario e inusitado de estado de alarma en que nos encontramos, por la crisis sanitaria derivada de COVID-19, ha puesto de claro manifiesto y en valor la importancia del sector agrario como actividad esencial para el abastecimiento de la población. Así mismo, también queda patente que hay producciones y sectores que tienen un gran peso dentro de la actividad agraria. por producir alimentos básicos. Este es el caso del sector arrocero de la provincia de Sevilla, que representa un 40% de la producción nacional, y se trata de un producto estratégico y de primera necesidad y que debe afrontar ahora la siembra de arroz.

Ante la incertidumbre que origina no saber cuánto tiempo más habrá de estar confinados y en estado de alarma, con gran parte de las actividades económicas paralizadas, es preciso adelantarse al peor de los escenarios. Por tanto, a pesar de que por el momento el suministro está asegurado en España y Europa, es preciso seguir trabajando y hacer las previsiones y gestiones necesarias para evitar posibles problemas de abastecimiento.

Por ello, desde la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos de Sevilla (UPA Sevilla), solicitan a la CHG que, en la próxima Comisión de Desembalse, otorgue los volúmenes necesarios, dentro de los concedidos para esta campaña, con el fin de posibilitar la siembra del 100% de la superficie destinada al cultivo de arroz.

«En una situación como la que vivimos, nos damos cuenta de que la naturaleza manda y nos escarmienta frente a la, en muchas ocasiones, mala actuación del ser humano. Para asegurar nuestra subsistencia y la del medio que nos rodea frente a pandemias y desastres naturales, es absolutamente urgente aplicar, de una vez por todas, políticas ambiciosas y efectivas, encaminadas a frenar el cambio climático y que hagan una utilización óptima y sostenible de los recursos naturales, señala la organización agraria.

En el caso del sector del arroz, para perseguir ese objetivo de sostenibilidad, consideran que es apremiante aplicar importantes mejoras e inversión para la modernización de los sistemas de regadío. Tras varias décadas demandándola, esta reivindicación histórica de UPA, así como del sector en general, permitiría ahorrar entre 50 y 100 hm³ anuales en el cultivo del arroz en la provincia de Sevilla. Además, garantizaría el riego y evitaría la salinización de las aguas producida por la subida del tapón salino en el río Guadalquivir.