UCCL .- En la mañana de ayer, 8 de junio, en Medina de Rioseco se reunían cooperativas, la Unión de Campesinos de Castilla y León (UCCL) y OPL (Organización de Productores de Leche) para analizar la situación que viven los ganaderos de vacuno de leche en esta región.
Estos colectivos denuncia que quienes se dedican a esta profesión en la región están percibiendo los precios en origen más bajos de toda la Unión Europea 31,50 €/100 kg frente a una media comunitaria que se sitúa en los 33,16, datos este que contrasta con el hecho de que tienen que hacer frente a un creciente valor de las materias primas empleadas en estas explotaciones, especialmente los piensos.
Este es uno de los motivos que explica la importante reducción del número de entregas de leche de ganaderos de vacuno de esta región en abril de 2011 en comparación con las realizadas en la misma fecha de 2010 se han reducido en casi un 10%, pasando de 2.041 a 1.843.
Esta situación, según denuncia los propios ganaderos sólo se puede calificar de “límite” hasta el punto que ya el precio percibido por la leche ha pasado a un segundo plano y se tienen que conformar con que se la recojan y la industria la abone a su antojo, siempre bajo la amenaza velada de que en cualquier momento el camión de recogida no pase por la explotación, hecho este que está provocando, a su vez, un continuo goteo de cierre de explotaciones.
Este hecho sorprende sobremanera si te tiene en cuenta que falta leche para poder cubrir el consumo del conjunto de territorio español, siendo incomprensible que la industria prefiera comprar leche procedente de Francia, incluso más cara que la que se puede obtener de las vacas de aquí, sólo con la idea de que el precio en España se mantenga a los bajísimos niveles a los que se encuentra en la actualidad.
Mientras todo esto pasa, critican las cooperativas y organizaciones agrarias reunidas en Medina de Rioseco, las distintas Administraciones Públicas Agrarias, ya hablemos del Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino o de la Consejería de Agricultura y Ganadería, se lavan las manos, escurriendo el bulto unas en otras, sin ser capaces de sentar en la misma mesa de negociación y en idénticas condiciones a las industrias, la distribución y los ganaderos para tratar de llegar a una serie de acuerdos contractuales que aseguren a estos últimos un precio digno por la leche que producen.