El presidente de la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS), Mario Urrea, ha mostrado este martes 25 su temor a que próximamente la cuenca del segura entre en situación de alerta por falta de agua, y el consejero del ramo en funciones, Miguel Ángel del Amor, le ha pedido que inicie ya los trámites para prorrogar el decreto de sequía por quinto año.
Ambos dirigentes han participado este martes en el foro sobre tecnología y gestión del agua en la agricultura «iAgua Magazine 23«, en el que se ha debatido sobre los avances en gestión hídrica y la necesidad de hacer «pedagogía» sobre las buenas prácticas en esa materia para ahorrar agua.
En declaraciones a los periodistas, Urrea ha señalado que los recursos propios de la cuenca del Segura, al margen de los trasvases que recibe del Tajo, se encuentran en situación de «prealerta» y todo apunta a que próximamente entrarán en «alerta», por lo que habrá que estar «vigilantes para evitar que la falta de recursos incida en al producción agrícola».
Al respecto, Del Amor ha considerado que lo más preocupante es que la CHS «no haya iniciado ya los trámites para la prórroga del decreto de sequía» para «anticiparse» a esa situación, ya que los agricultores de la cuenca del Segura «han hecho bien los deberes».
Asimismo, ha criticado que «la curva de desembalses no se ajusta como debe y es primordial que, igual que los regantes se ajustan a los cupos mensuales, la CHS se ajuste también al milímetro en los desembalses».
Una zona regable que se deja de cultivar no se transforma en un «bosque mediterráneo», sino en un «desierto o un basurero»
En el foro ha participado también el presidente del Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura (SCRATS), Lucas Jiménez, que ha subrayado la importancia de hacer «pedagogía» sobre el buen uso del agua que hace la agricultura murciana, ya que «es irónico que un sector tan empeñado y proactivo desde hace años en la lucha por la sostenibilidad, y que se ha caracterizado por su productividad a pesar de la escasez de recursos hídricos, esté mal visto».
Del Amor ha recordado que se han invertido unos 500 millones de euros en las tres últimas décadas para modernizar y mejorar la eficiencia de los regadíos.
Por su parte, Andrés del Campo, presidente de la Federación Nacional de Regantes del Campo de España, ha insistido la importancia de dar a conocer las virtudes del regadío, de vital importancia para la producción de alimentos en un marco global, ha recordado, en el que la FAO recuerda que hay que aumentar la productividad de alimentos en un 40 por ciento antes de 2030 y en un 60 por ciento antes de 2050.
Los cultivos, ha dicho, son además un «sumidero de dióxido de carbono», ayudan a mantener la población en las zonas rurales y evitan la desertificación, porque una zona regable que se deja de cultivar no se transforma en un «bosque mediterráneo», sino en un «desierto» o un «basurero».
(Foto acto: carm.es)