Con el eslogan «El porno es ficción, conéctate a la realidad», Fademur lanza el primer spot de sensibilización contra la pornografía y la violencia sexual que se esconde tras la misma. El trabajo está dirigido a adolescentes del medio rural de la Comunidad de Madrid y pretende proponer claves de educación sexual como alternativa.
Recientes estudios revelan que el consumo de pornografía supone un contexto de aprendizaje y erotización de la violencia sexual contra las mujeres. Asimismo, otra investigación indica que un 2,1 % de las chicas y un 22,4 % de chicos entre 15 y 17 años admiten consumir porno de manera diaria. Desde la Federación de Asociaciones de Mujeres Rurales (Fademur) denuncian que «son vídeos en los que abundan imágenes donde se erotiza el sufrimiento de las mujeres, hay una sobrerrepresentación de cuerpos normativos e irreales y el placer compartido queda sustituido por la violencia».
«Vemos una tendencia a normalizar violencias a la vez que un aumento del consumo de porno entre estas edades», señalan desde la federación. Además de las prácticas sexuales violentas, la organización advierte sobre otro aspecto que se ha visto impulsado por plataformas digitales de distribución de pornografía: «Estos espacios blanquean el negocio del sexo ofreciendo una imagen de empoderamiento e independencia de las personas que suben vídeos. Sin embargo, sabemos que la realidad es otra. La plataforma es utilizada como método de captación por redes de trata. Es importante que especialmente las chicas jóvenes y adolescentes lo sepan, puesto que ellas son las principales víctimas».
EL PROBLEMA DE LOS PUEBLOS
Fademur desarrolla ‘El Bienquerer’, su programa específicamente dirigido a jóvenes de estas edades de los pueblos de la Comunidad de Madrid, desde 2019. Desde esta iniciativa, la organización ha tenido la oportunidad de trabajar en 9 centros educativos de pueblos distribuidos en diferentes puntos de la región. En ellos han participado casi 1.500 adolescentes, así como los equipos directivos y el conjunto de la comunidad educativa de los centros.
‘El Bienquerer’ ha servido a la organización para conocer mejor esta cuestión entre las y los adolescentes rurales de la Comunidad de Madrid, algo importante a la hora de diseñar campañas de sensibilización específicamente dirigidas a este colectivo.
De esta forma, la organización ha podido aprovechar su trabajo en los centros para recabar datos como que el 60,9% del alumnado cree que está mal detener una relación sexual ya iniciada o cuando la otra persona está excitada. Un 7,9% piensa que una persona que no siente celos significa que no le importa su pareja. El 18,8% de participantes en los talleres reconoce que la orientación sexual de otra persona le condiciona a la hora de tener una amistad con ella.
SENSIBILIZACIÓN DESDE TORRELAGUNA
Para luchar contra esto, Fademur ha lanzado el primer spot de sensibilización de su programa ‘El Bienquerer’. La realización del vídeo se ha basado en la información obtenida en el trabajo directo de la Federación con adolescentes durante la implementación del programa, además de los estudios de referencia en la materia.
Este primer vídeo, grabado en el pueblo madrileño de Torrelaguna, tiene el objetivo de desmontar los mitos que hay en el porno entre la adolescencia rural y promover los valores de la educación afectivo-sexual. «Queremos transmitir creencias y actitudes más igualitarias. Se hace referencia a contenidos que trabajamos en los talleres, como el consentimiento sexual, el deseo erótico, la diversidad de cuerpos, la comunicación y otras bases esenciales para crear relaciones más positivas y satisfactorias», han explicado sus responsables.
Fademur utilizará el vídeo en sus actividades con jóvenes además de difundirlo a través de sus canales de comunicación. Asimismo, la organización pone este trabajo a disposición de cualquier persona o entidad que quiera contribuir en la lucha contra la violencia machista.
Para desarrollar ‘El Bienquerer’, FADEMUR cuenta con la financiación de la Consejería de Familia, Juventud y Asuntos Sociales de la Comunidad de Madrid, con cargo al 0,7% del IRPF.