EP.- Nereidum Montes, una cadena de montañas de más de 1.000 kilómetros de longitud, forma parte del borde norte de la Cuenca Argyre, la segunda cuenca de impacto más grande de Marte. El pasado 6 de junio, la Cámara Estéreo de Alta Resolución (HRSC) a bordo de la Mars Express de la ESA, operada por el Centro Aeroespacial Alemán, fotografió parte de esta cordillera.
Una región marcada por diversos procesos geológicos se revela al observador, donde el agua y el hielo – en y por debajo de la superficie – han dejado su huella y, más recientemente, el viento y el clima han causado la erosión, concluye el organismo investigador germano.
Con un diámetro de 1800 kilómetros, Argyre Cuenca –la ‘isla plateada’– no es un cráter común, con una típica depresión en forma de cuenco, sino una cuenca de impacto con una estructura compleja. Este enorme cráter en la corteza marciana, de casi cinco kilómetros de profundidad, se formó hace alrededor de 4.000 millones de años, cuando un gran asteroide golpeó el hemisferio sur del planeta a una velocidad de varias decenas de miles de kilómetros por hora.
El material expulsado fue arrojado en la zona circundante, creando un relieve accidentado de varios cientos de kilómetros de diámetro. Grandes bloques de tierra luego se deslizaron desde el borde inicialmente inestable de Argyre hacia su interior. Todo este proceso formó un macizo central en la cuenca y varios anillos concéntricos que fueron empujados hacia arriba por el centro de impacto.
Nereidum Montes está situado justo en el interior del anillo principal de Argyre y forma parte del borde norte montañoso. Similar a los Alpes, esta cordillera se extiende en un arco de más de 1.100 kilómetros, paralelo al borde de la cuenca, con montañas individuales de tres a cuatro mil metros de altura. Unos 380 kilómetros al suroeste está el cráter Hooke.
La imagen muestra una variedad de características del paisaje con diferentes orígenes, algunos causados por la erosión del viento y otros por el movimiento de los glaciares sobre la superficie de Marte.
La red de pequeños valles es la evidencia de que el agua una vez fluyó desde el borde de Argyre, a través de la superficie y en la cuenca.
Esta agua se originó a partir de cualquiera de las precipitaciones en el período temprano de la historia de Marte, o de agua de deshielo glacial.