En seis meses de cárcel ha quedado fijada la condena para un ganadero que, en el juzgado de lo penal, reconoció haber dejado morir a parte de su ganado, así como al pago de una multa de 16.684 euros que le reclama la Xunta. El ministerio fiscal imputaba al sospechoso un delito de maltrato animal por que el solicitaba inicialmente una condena de un año y medio de cárcel, si bien se modificó el escrito de acusación inicial al apreciar en el acusado, Aurelio G. L. una circunstancia atenuante derivada del trastorno mental que padece.

Los hechos ahora juzgados tenían su origen en la inspección realizada a finales de marzo del 2018 por agentes del Seprona en la explotación del imputado, situada en Montederramo. En aquel momento tenía 52 cabezas de ganado, según recoge lavozdegalicia.es. «El acusado, de manera injustificada y desde finales de enero de 2018, dejó de prestar el sustento necesario para las reses, sin tener comederos ni bebederos adecuados para que las mismas pudieran alimentarse, ni propiciarle ningún tipo de alimento, estando las mismas en estado de hacinamiento y con unas condiciones sanitarias muy deficiente, presentando tanto las vacas como los terneros síntomas de desnutrición», recoge la sentencia, que da fe de que a consecuencia de esa dejación fallecieron entre enero y marzo del 2018 doce reses.

Ante esa situación, se dictó por el Juzgado de Instrucción de Trives un auto en el que, en abril de ese año, se acordó la retirada de las reses que habían sobrevivido, que fueron trasladadas a la granja de Valverde, en Allariz, propiedad de la Consellería de Medio Rural. Su rescate y alimentación generó unos gastos a la Xunta de 16.684 euros y ese dinero es el que la administración, personada en el caso, reclamaba al imputado. La sentencia recoge, además de los seis meses de cárcel, que el ganadero se haga cargo de esos gastos, si bien se accedió a fraccionar el pago de la responsabilidad civil en cuotas de 100 euros.

(Foto: Archivo sin relación directa con la noticia)

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