El rendimiento medio de cereales en España es de 4 t/ha., un 20% superior a la media de los últimos 5 años y un 6% por encima de la media sin contar con 2023 que fue de mala cosecha, según los datos de la segunda estimación de Cooperativas Agroalimentarias de España.

La cosecha esperada con el análisis de los rendimientos realizados por el Consejo Sectorial de Cereales de Cooperativas superará los 22 millones de toneladas, (22,53 Mt), en 5,6 millones de hectáreas, según los datos del MAPA y PAC.

La producción de cereales en España ha perdido casi 400 mil hectáreas comparadas con la media desde el año 2011. A pesar de esta pérdida, el mejor manejo de los cultivos y el adecuado uso de semilla certificada y granos acondicionados para la siembra, son otra de las razones que, además del clima, han dado como resultado la gran cosecha de cereales 2024.

Por especies, la cosecha estimada por Cooperativas Agro-alimentarias de España se reparte de la siguiente manera. Trigo blando 7,2 Mt, Durum 0,93 Mt, Cebada 8,7 Mt, Avena 1,13 Mt. la cosechada para grano, Centeno 0,29 Mt y Triticale 0,76 Mt y a ello hay que añadir, 3,48 Mt de Maíz, debido a la recuperación de la superficie.

El clima tiene un efecto importantísimo en la producción de cereales, afecta directamente durante el ciclo productivo y determina las condiciones de producción. España es un país de secano, y la temperatura es el factor del clima que más influye en el correcto desarrollo de la planta y formación de los granos en las espigas, y condiciona el rendimiento final del cereal.

Como puede observarse en el climograma del ciclo del cultivo del cereal, durante su desarrollo y en los meses más críticos para el llenado del grano, abril y mayo, no se ha producido estrés hídrico, por lo que el grano en la espiga se ha ido formando sin alteraciones, dando lugar a los buenos rendimientos de esta cosecha 2024.

Las dos anteriores cosechas han mostrado las dificultades de la producción de cereales y la amenaza del cambio climático, con el aumento de la temperatura, acompañada de sequía, que provocaron duros efectos con una fuerte caída de los rendimientos.

Los cereales son un pilar fundamental de la agricultura y de la alimentación, a lo largo de los años la mejora genética ha sabido adaptarlos a las necesidades de la producción. Por eso desde Cooperativas resaltan que «el clima nos obliga a elaborar estrategias que nos ayuden a reducir su impacto en los rendimientos. El uso de semilla certificada y la colaboración entre los agricultores y sus cooperativas con las empresas de obtención vegetal en Grano Sostenible, es fundamental para la búsqueda de soluciones y evitar los efectos negativos del cambio climático en los rendimientos».

Ver la segunda estimación aquí.

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