Cooperativas y organizaciones agrarias han expresado su enérgica protesta y condena por los nuevos ataques al vino español en Francia, después de que viticultores galos asaltaran este jueves varios supermercados en el área de Nimes y destruyeran botellas españolas y de otras procedencias.
Los viticultores de la región de Languedoc-Rosellón denuncian lo que consideran «etiquetado engañoso» de las botellas de vino, que induciría a error a los consumidores sobre el verdadero origen, según publicaba la prensa regional francesa; los actos vandálicos se han sucedido en los últimos meses en el sur del país.
El presidente de Cooperativas Agro-alimentarias y de la Interprofesional del Vino de España, Ángel Villafranca, ha desautorizado las prácticas violentas y «pseudomafiosas» de este grupo de viticultores franceses, «inadmisibles» y que atentan contra la libre circulación de mercancías en el territorio de la UE.
Si hay problemas de etiquetado «es responsabilidad de las autoridades francesas y no de España», defiende Cooperativas
Villafranca ha lamentado en declaraciones a Efeagro la estrategia de estos viticultores del sur de Francia con sus nuevos ataques, «quizás alentados por las elecciones francesas» y los movimientos de «ultranacionalismo», que «se va enrocando» para que los franceses solo consuman alimentos del propio país.
Si hay problemas de etiquetado del vino francés o alguna práctica comercial que no se ajuste a la legalidad, «es responsabilidad de las autoridades francesas y no de España», ha afirmado, tras recordar que «el sector español comercializa vinos con su origen y trazabilidad correspondiente, pero no somos responsables de lo que hagan las empresas francesas».
Los episodios violentos protagonizados por los viticultores franceses se han ido sucediendo en los últimos meses; primero ataques contra camiones, después a industrias que almacenaban vino que procedía de nuestro país o de Italia (en el puerto de Sète) y un asalto a una embotelladora de vino español, aunque todas las empresas afectadas eran francesas.
Más recientemente, «han subido un peldaño más», según Villafranca, y asaltan y destruyen vino en la gran distribución para «meterle presión» y que sólo comercialicen productos galos.
El sábado pasado, por ejemplo, entre 1.500 y 4.000 viticultores, según la prensa francesa, se manifestaban en Narbona y asaltaban supermercados, mientras pedían a los candidatos a las próximas presidenciales que «defiendan» a los productores franceses.
Las organizaciones instan de nuevo a Bruselas a «tomar cartas en el asunto» e iniciar un proceso de sanción contra Francia
El responsable de vino del gabinete técnico de Asaja, José Ugarrio, ha manifestado su «condena» contra estos nuevos ataques que van contra de la libertad de venta de productos de cualquier país en la Unión Europea.
Ugarrio ha detallado que el sector agrario remitió una carta a la Comisión Europea para protestar por anteriores ataques en suelo francés y ha instado de nuevo a Bruselas a «tomar cartas en el asunto» e iniciar un proceso de sanción contra Francia por estos hechos que, además, «atentan contra la imagen de nuestro vino».
Con frecuencia, los viticultores españoles no reciben precios remunerativos por la uva ni tienen márgenes de beneficio pero, aún así, «no la emprendemos contra productos de nuestros socios de la UE», ni se impide su venta en un mercado libre, ha afirmado.
El responsable de vino de COAG, Joaquín Vizcaíno, ha relacionado este ataque a vino español con la situación en Francia, pendiente de unos comicios, por lo que en su opinión las organizaciones agrarias del país «intentan utilizar el momento político porque saben que el Gobierno galo no les va sancionar. Todos los partidos tienen su espadas en alto ante la contienda electoral».
Para Vizcaíno, otro factor es la situación de «pérdida de competitividad» de los vinos franceses frente a los españoles por su mejor calidad y precio, aunque es la distribución la que dicta las normas de mercado.
Las cooperativas del sur de Francia tienen buena parte de la cosecha sin vender, lo que animaría las protestas, ha remarcado Vizcaíno, quien también exigir a la UE que inicie un proceso de sanción contra el país.
«Vamos a pedir que el Gobierno traslade una queja formal ante Francia» porque «este tipo de acciones hay que frenarlas ya», ha apuntado la vicesecretaria general de la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos, Montserrat Cortiñas, quien critica que «los vándalos criminalicen al vino español y estén dando una imagen de nuestro sector tan tremendamente negativa».
Según Cortiñas, el sector español «ha hecho grandes esfuerzos de modernización y adaptación a las demandas de los nuevos mercados y lo que demanda la sociedad» y «somos muy competitivos»; «no podemos permitir nuevos ataques ahora que hemos conseguido esta posición en los mercados, a costa del esfuerzo y de que se haya quedado mucha gente en el camino».
A su juicio, el Gobierno francés «no puede tratar de liderar la idea de una nueva Europa y la libertad de mercado y, por otra parte, dejar a la impunidad estos actos vandálicos».
Las importaciones francesas de vino a todos los destinos batieron récords en 2016 con 765,6 millones de litros (+6,8%) y 737,8 millones de euros (+9,2 %), según datos del OeMV; el granel representó el 82 % del volumen total, con 626 millones de litros (+6,5%), de los que más de 490 millones procedieron de España (+0,7%).
España es el primer proveedor de vino a Francia, con más del 70% del volumen y del 33% de la inversión total.