La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos, COAG de Andalucía, propondrá a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), en la reunión de la Comisión de Desembalse que se celebra este miércoles 11, un desembalse de 780 hm3 para el sistema de regulación general. Eso supone aplicar el máximo permitido, dentro de la horquilla que hay establecida en el plan especial de sequía, siempre preservando el caudal para el consumo urbano y los ecológicos, que están ya establecidos en el plan. El año pasado se utilizó un criterio intermedio, y este año se plantea llegar al máximo, por las circunstancias que el sector está viviendo, según explica Eduardo López, secretario de Organización de COAG Andalucía.
“La agricultura está viviendo un momento muy difícil. La guerra en Ucrania, ha incrementado los costes de producción de una forma tremenda, tanto los fertilizantes, como el gas y los hidrocarburos se han disparado”. De forma que, según los propios datos del Ministerio, los costes por UTA (Unidad de Trabajo Agrario) han pasado de 22.800 euros el año pasado, a 36.000 euros este año. Y los costes han pasado de superar el 40% al 50% del valor de la producción. Por lo que, si antes, de cada 100 euros que producía la agricultura 40 eran gastos, ahora son 50.
“Vivimos una situación muy complicadas en cuanto a rentas se refiere. Somos conscientes de que la agricultura de regadío es vital para mantener la población activa en el mundo rural”. “Y siendo conscientes de que estamos atravesando una sequía creemos que hay margen para aplicar este criterio máximo de 780 hm3”, ha señalado Eduardo López. Asimismo, aun aplicando este criterio máximo, se desembalsaría 140 hm3 de agua menos que el año pasado, en un criterio intermedio (650 hm3) serían 275 hm3 menos que el año pasado, de ahí que mañana la COAG defienda este máximo permitido.
La Comisión de Desembalse anunciaba en su última reunión, del 16 de febrero, que en el peor de los escenarios, en el que se contemplaba una ausencia total de precipitaciones, se manejaba un desembalse de 450 hm³ para el Sistema de Regulación General. En el mismo contexto, la previsión de dotación se encontraría en torno a 1.000 m³/ha, un 83% menos de la dotación máxima cifrada en 6.000 m³/ha.
Por otro lado, desde la organización agraria se insiste en que a futuros es fundamental, especialmente en un escenario de sequía y cambio climático que tenemos, un canon volumétrico del agua. Para que se haga un uso lo más eficientemente posible del agua, y tal y como lo viene exigiendo Bruselas desde hace años: que se pague en función de lo que se consume.
Además, como ya hemos dicho en otras ocasiones, la organización cree que es necesario seguir invirtiendo en una mayor regulación y exigir a la Confederación más vigilancia y control de los regadíos sin dotaciones, tanto en aguas superficiales como subterráneas. Especialmente las de las grandes macro fincas, detrás de las cuales están los fondos de inversión.