Desde España, se ha hecho una nueva "ola de ventas" a compradores internacionales, a precios muy bajos, añade este gigante granelero, que apunta además que el nivel actual de excedentes y de comercialización está causando gran preocupación para las bodegas españolas del granel, ya que "pronto surgirán problemas de almacenamiento importantes" en sus instalaciones.
Del 14 al 20 de julio, el vino blanco sin indicación geográfica se devaluó un 11,98% de media respecto a la semana anterior y retrocedía en plazas de referencia españolas como Albacete, Ciudad Real o Toledo, aunque el tinto común se comportó mejor, resiste e incluso repunta un ligero 0,34 %, según los datos del Magrama.
El vino blanco se paga a salida de bodega y granel a 2,91 euros/hgdo en Albacete; a 2,01 en Ciudad Real; a 2,69 en Cuenca y a 2,06 euros/hgdo en Toledo, según los últimos datos disponibles.
Y el tinto lo hace a 3,44 euros en Albacete; 2,25 en Ciudad Real; 3,07 en Murcia; 2,87 en Toledo y 1,94 en Valencia, según esa fuente.
En Italia, los vinos blancos comunes se mantienen en 3,87 euros/hgdo en la tercera semana de julio -sin cambios respecto a la anterior semana-, aunque acumulan depreciaciones del 33,2% si se comparan con los valores del año pasado por las mismas fechas.
Los tintos y rosados de mesa caen un 0,8% semanal en ese país y se quedan en 4,04 euros/hgdo, un -25,5 % interanual, según Ismea.
El problema de la destilacion obligatoria
Tras acabar el plazo para que el sector presentara alegaciones al borrador de decreto que desarrolla la destilación obligatoria, y, aunque la crisis de precios venía arrastrada de antes, fuentes de COAG afirman que muchas cooperativas y bodegas se han apresurado a vender antes de que entrara en vigor la Orden, que implicaría entregar "sin precio" el producto, o a los valores que acuerden con las industrias destiladoras, lo que podría estar detrás de la última fortísima bajada de los vinos blancos sin indicación geográfica.
"Las prisas no son buenas", y esta norma de destilación no ha provocado efectos de recuperación en los precios, denuncian, a puertas de una nueva vendimia que podría moverse en una horquilla de entre 42 y 47 millones de hectolitros, según algunas fuentes.
Cooperativas Agro-alimentarias de Castilla-La Mancha ha denunciado incluso que la destilación obligatoria "sin presupuesto alguno al final de la campaña 2013-14", resulta "a todas luces discriminatoria, injusta, inoportuna e ineficaz, y no hace sino alejarse del objetivo principal de la medida, que era calmar y corregir los desequilibrios del mercado vitivinícola reinante, provocados por una cosecha excepcional e histórica" de 2013.
La asociación de bodegas privadas "Vinos CLM" afirma, en parecidos términos, que la iniciativa de la destilación obligatoria se ha concebido "como una penalización a una región concreta", al realizarse con cargo a la pasada campaña -con las uvas ya pagadas y las elaboraciones hechas- y critica que el Gobierno no la presentara como una medida de consenso para la inminente campaña 2014-2015.