Según recuerda esta organización en un comunicado, el seguro agrario es un instrumento fundamental para todos los agricultores y ganaderos y hoy en día "supone casi un “input” más para muchas explotaciones, que ven en el seguro la mejor garantía para evitar una debacle, especialmente en años climatológicamente tan malos como el que acabamos de cerrar, en el que gracias a los seguros agrarios miles de explotaciones han podido paliar las pérdidas millonarias que, de no contar con este instrumento, les hubiera llevado a la quiebra".

   En este sentido, recuerda que a más de 150 millones de euros ascienden las indemnizaciones que han percibido los agricultores y ganaderos andaluces con pólizas de seguro agrario en vigor durante el ejercicio de 2012, que además de ser el año más seco de los últimos setenta, se recordará también por las fuertes heladas que machacaron a los frutales y los cítricos a finales del invierno, reduciendo sensiblemente la mayor parte de las producciones.

   Sin embargo, pese al buen funcionamiento general del sistema de seguros agrarios," y cuando estamos a tan sólo unos días de la finalización del plazo fijado para la renovación del seguro, "la contratación de seguros para la próxima campaña atesora un enorme retraso, en gran medida como consecuencia de las abundantes lluvias del otoño, que están impidiendo el acceso a las fincas para sembrar el cereal".

    Es por ello, que gracias a la mediación de Asaja, la Entidad Estatal de Seguros Agrarios (ENESA) ha dictado una resolución ampliando el plazo del Seguro con Coberturas Crecientes para Explotaciones de Cultivos Herbáceos hasta el próximo 28 de diciembre, último día de pago, la misma fecha para la que se prorrogó ya, a finales de la semana pasada, el plazo para el Seguro Creciente de Olivar.

   Se trata -en su opinión- de dos líneas fundamentales para Andalucía, de hecho son junto a la ganadería los sectores que más sufrieron los efectos de la sequía la pasada campaña, por lo que según los datos con los que cuenta ASEGASA, la correduría de Seguros de Asaja-Sevilla, los productores de cultivos herbáceos (cereales y oleaginosas) recibieron indemnizaciones por daños por valor de 40 millones de euros, mientras que en el caso del olivar, cultivo que ha perdido a causa de la sequía más del 50% de su cosecha, las indemnizaciones por daños se elevan a 47 millones de euros.

   Desde Asaja-Sevilla "debemos recordar que el seguro agrario es el único instrumento con que cuenta el agricultor para protegerse, y las pólizas de cultivos herbáceos permiten cambiar de cereal a oleaginosas o a otro cultivo herbáceo si la climatología impide la siembra. Por lo que no hay problema para asegurar aunque no se haya terminado la siembra, pues una vez contratada la póliza ésta se puede modificar en cuanto a la superficie asegurada hasta el 1 de abril e incluso si por algún motivo no se siembra se devuelve el 100%"..

 

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