De hecho, según  señalan en un comunicado, ambas organizaciones han sabido "aunar esfuerzos para conseguir una campaña modélica", que se inició mucho antes de la siembra, en concreto, en julio de 2013 cuando, tras varios encuentros, se alcanzó un acuerdo con las condiciones para la campaña con tres tipos de contrato (pleno precio, precio compartido y el incentivo por producción) a elegir por los agricultores.

     La buena acogida por parte de los productores de estas medidas para la incentivación y garantía de continuidad del cultivo hicieron presagiar una buena campaña que finalmente se ha materializado en buenas cifras.

     El buen inicio ha tenido su continuidad durante la fase de crecimiento del cultivo en la que los agricultores con el asesoramiento técnico se han preocupado de llevar a cabo buena prácticas y labores, vigilar la aparición de plagas y enfermedades, tratarlas, cosechar en el mejor momento, etc. Un trabajo técnico y profesional que ha hecho que el cultivo se adapte lo mejor posible a las condiciones y se obtengan buenos resultados.

     Grupo Remolachero, la sectorial de Asaja-Cádiz, estima que durante el periodo de entrega "se ha afianzado el trabajo conjunto entre la industria y los remolacheros organizando las entradas de camiones para ser más operativos y eficientes". En este sentido, cabe destacar, el buen funcionamiento de la Fábrica de Guadalete con medias diarias de molienda del entorno a 9.000 toneladas, unas cifras que refrendan la buena calidad de la remolacha.

   En definitiva, una buena campaña que insta a apostar con interés por el futuro para este cultivo de gran arraigo en la provincia de Cádiz y el futurible afianzamiento del trabajo coordinado entre los profesionales de la industria y los productores.

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