La Comisión Europea propone este viernes 28 una serie de medidas de apoyo para que el sector vitivinícola de la UE siga siendo competitivo, resiliente y un motor económico clave en las próximas décadas. Este sector se enfrenta a varios retos, como la evolución de las tendencias de consumo, el cambio climático y las incertidumbres del mercado. Las medidas han sido muy bien recibidas por la Federación Española del Vino.
La propuesta de la Comisión introduce medidas específicas para ayudar al sector a gestionar su potencial productivo, adaptarse a la evolución de las preferencias de los consumidores y aprovechar nuevas oportunidades de mercado. Estas medidas también contribuirán a mantener la vitalidad de muchas zonas rurales que dependen de los puestos de trabajo del sector vitivinícola.
Los principales cambios incluyen una mayor flexibilidad de plantación, medidas para evitar excedentes, normas claras de comercialización, un mayor apoyo para incrementar la resiliencia ante el cambio climático, un etiquetado armonizado y apoyo para promover el enoturismo.
Christophe Hansen, comisario europeo de Agricultura y Alimentación, ha declarado que «la UE es líder mundial en la producción y exportación de vino. Más allá del peso económico del sector y de los conocimientos técnicos de nuestros viticultores, los viñedos forman parte integrante de nuestros paisajes y de nuestro patrimonio cultural. Esta es la razón por la que presento hoy este paquete de medidas, respondiendo directamente a las peticiones del sector y de los Estados miembros. Estoy convencido de que nuestras propuestas contribuirán a estabilizar el mercado y permitirán a los productores aprovechar nuevas oportunidades y responder a las expectativas cambiantes de los consumidores. Invito a los Estados miembros y al Parlamento Europeo a que actúen con rapidez para la adopción y aplicación definitivas de estas medidas para ayudar al sector».
SATISFACCIÓN DE LA FEV CON LAS PROPUESTAS «CON ASPECTOS PARTICULARMENTE POSITIVOS»
Por su parte, el director general de la Federación Española del Vino (FEV), José Luis Benítez, ha destacado que tanto la creación del Grupo de Alto Nivel como el proyecto presentado por la Comisión de apoyo al sector vitivinícola de la UE son una buena noticia en sí misma porque “demuestran la importancia de nuestro sector en Europa y en la balanza comercial comunitaria”.
“Ante la situación de enorme incertidumbre e importantes desafíos a todos los niveles, es positivo que las instituciones europeas hayan actuado con agilidad y escuchando al sector y a las empresas”, ha señalado Benítez, subrayando que se trata de “un buen primer paso” pero que dada la complejidad del contexto y de los retos que enfrenta el sector será necesario probablemente seguir trabajando y ser todavía más ambiciosos en el futuro en algunas cuestiones.
Concretamente sobre el paquete de medidas presentado hoy, desde la FEV se destacan algunos aspectos particularmente positivos como la armonización del etiquetado digital a través de códigos QR identificados mediante pictogramas que eviten traducciones innecesarias y puedan generar barreras al comercio. Igualmente, es muy importante que se amplíe la duración de los programas de promoción en el marco de la OCM de 3 a 5 años, como un primer paso para el mantenimiento de estas ayudas en la próxima PAC. Con todo, queda pendiente profundizar en una mayor simplificación de los procesos de solicitud y justificación para evitar que se desaproveche ni un céntimo de los fondos.
Estoy totalmente de acuerdo con el comentario anterior, y además como en la actualidad en la mayor parte de denominaciones de origen las bodegas importantes tiene como propias grandes superficies de viñedos, pues les importa menos el que se venda más o menos vino, cuanto menos vino se venda, más fuerza tienen para pagar la uva a los agricultores a precios más bajos. Ellos tienen sus uvas aseguradas, y el agricultor si las quiere vender, después de haber luchado todo el año con la climatología y con las plagas, pues tiene que aceptar el precio que las bodegas quieran.
Además muchas veces cuando hay exceso de producción las grandes bodegas suelen reunirse y ponerse de acuerdo para bajar precios de la uva.
En el año 2000, se pago la uva verdeja a 1€/Kg. y la botella de vino valía alrededor de 2€ y en el año 2022 se llegó a pagar la uva a 0,15€ y la botella de vino había multiplicado su precio por 4.
Vergüenza total y absoluta y total indefensión del agricultor, porque la ley de la cadena alimentaria, es un paripé y no soluciona nada.
Lo que mejor podían hacer por los viticultores es pagar las uvas a un precio digno para poder vivir d su trabajo,cosa q lleva unos años que no es así
El vino en bares , restaurantes etc no ha bajado en cambio las uvas con precios precarios