El Consejo Regulador de la Denominación de Origen Calificada Rioja se ha mostrado satisfecho ante el fallo a su favor del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) al recurso que interpuso contra la decisión favorable a la solicitud de la protección e inscripción de la DOP «Arabako Mahastiak – Viñedos de Alava«.
Estimado el recurso contencioso administrativo, el TSJPV de Justicia ha determinado en la sentencia del 5 de noviembre de 2024 que «no se justifica que ‘Arabako Mahastiak-Viñedos de Álava’ tenga una existencia distinta a la de los vinos de Rioja Alavesa y, ha de añadirse, cabría inducir al error al consumidor sobre la identidad del vino».
Por tanto, la Justicia da la razón al Consejo Regulador de la DOCa Rioja y ratifica además que, ante los argumentos e informes presentados por este organismo, entre los que señala el emitido por el Ministerio de Agricultura en mayo de 2020 pronunciándose negativamente sobre la iniciativa, ni la representación del Gobierno Vasco, ni la parte codemandada (la Asociación de Bodegas Rioja Alavesa ABRA) han aportado «elementos o argumentos sólidos» que los rebatan.
LA DOCA LAMENTA EL DAÑO QUE SE LE HA HECHO A LA MARCA Y LA IMAGEN DE RIOJA CON ESTE CONFLICTO
Entre los principales argumentos del Consejo Regulador de Rioja, que siempre mantuvo que la legalidad vigente no amparaba un proyecto de estas características, se encontraba el elevado riesgo de confusión que se causaría al consumidor permitirse la comercialización de vinos bajo denominaciones de origen diferentes pero coincidentes en la zona geográfica y, por tanto, el aprovechamiento indebido de una reputación ganada a pulso.
Si bien la sentencia es satisfactoria para la DOCa Rioja, el Consejo Regulador lamenta el daño irreparable a la marca e imagen de Rioja desde el inicio del proceso, hace 8 años, un agravio que reconoce el propio Tribunal y que queda recogido en la sentencia: «Resulta un dato incontestable que la Denominación de Origen más notoria y que, por tanto, tiene un mayor valor reputacional o valor de marca entre el público en general es la Denominación de Origen Calificada Rioja».
Del mismo modo, además de los costes económicos y perjuicio causado a los inscritos y a la propia marca tras más de ocho años de desgaste, el Consejo Regulador lamenta la confusión que se ha generado en la opinión pública por la propia opacidad del proceso, intentando hacer creer que todas las bodegas de la zona de Rioja Alavesa buscaban la escisión, cuando no es así, nada más alejado de la realidad.
Para el Consejo, «ese ruido, esa imagen de división interna, ese desgaste de años, ligado a un producto de prestigio con presencia internacional ha pasado una elevada factura y afecta negativamente a todos los que forman parte de la Denominación, en una época complicada para el sector, de grandes incertidumbres y caída mundial del consumo de vino, en la que es vital trabajar unidos y que todos los esfuerzos estén orientados precisamente a recuperar el equilibrio y dinamizar las ventas».