Las organizaciones agrarias COAG y UPA han valorado con satisfacción, auqnue con dudas, que la Comisión Europea (CE) haya confirmado la aprobación política del Plan Estratégico  en el que España detalla cómo va a aplicar la nueva PAC, que entrará en vigor en 2023. Más satisfacción ha mostrado el ministro Planas, que se ha felicitado por el visto bueno, mientras que la Junta andaluza ha sido la más crítica al no haberse incluido sus alegaciones.

En declaraciones a Efeagro, el secretario general de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), Miguel Padilla, ha asegurado que esto supone un «hito» que implica que el plan estratégico español adquiere «carácter definitivo».

A partir de ahora, según Padilla, el objetivo es la divulgación del plan entre los agricultores, «para que puedan adoptar decisiones informadas de cara a las próximas siembras».

No obstante, y pese a su satisfacción, ha reconocido que «hay mucha preocupación e incertidumbre en medidas clave» como son los eco-regímenes y las ayudas acopladas a los sectores.

Además, esta organización «seguirá velando» para que el modelo profesional y social de agricultura «no salga perdiendo a partir de 2023 con la puesta en marcha de la nueva PAC».

Por su parte, el secretario de Relaciones Internacionales de la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA), José Manuel Roche, ha calificado la aprobación de la CE como «una buena noticia» porque ello quiere decir que «se está siguiendo la hoja de ruta marcada por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), gracias a todo el trabajo de interlocución y consenso con el sector».

«Se ha conseguido cumplir con los tiempos marcados; eso hace que, de cara a final de año, podamos tener el plan completamente aprobado, poner en marcha esta nueva PAC y asegurar los más de 7.000 millones de euros que van a venir a España para los agricultores y ganaderos», ha expresado Roche.

El representante de UPA ha valorado especialmente que el plan español, a petición de esta organización agraria, incluyera una ayuda directa para el olivar tradicional y que Europa la haya aprobado.

Por contra, ha dicho no entender que la Unión Europea (UE) haya sacado del plan los 45 millones de euros que iban a las oleaginosas, en especial al girasol y a la colza, por no considerarlos cultivos proteicos.

PLANAS SE FELICITA POR EL VISTO BUENO DE BRUSELAS

Por su parte, el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, no ocultaba su satisfacción y se ha felicitado este lunes porque España esté en el primer grupo de cinco países que durante las próximas semanas recibirá el visto bueno definitivo de la Comisión Europea (CE).

«Esto facilitará a nuestros agricultores y ganaderos la planificación de sus cultivos y producciones para la próxima campaña», ha expresado Planas, según ha recogido un comunicado del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA).

Planas ha hecho estas declaraciones tras participar esta jornada en Bruselas en el Consejo de Ministros de Agricultura y Pesca de la Unión Europea (UE) en el que se ha anunciado que ha comenzado el proceso de aprobación de los planes estratégicos de la PAC de Portugal, Polonia, España, Dinamarca y Francia.

El ministro ha valorado este paso, «ya que los agricultores y ganaderos necesitan una señal clara de que avanzamos hacia un escenario de certidumbre en la PAC».

ANDALUCÍA LO VE «UN JARRO DE AGUA FRÍA» AL NO INCLUIRSE SUS ALEGACIONES

Donde no ha habido ninguna satisfacción ha sido en la consejera andaluza de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible, Carmen Crespo, QUE ha lamentado que el Gobierno de España no haya atendido finalmente las alegaciones y las aportaciones de Andalucía y haya remitido «sin miramientos» el Plan Estratégico Nacional de la futura PAC a Bruselas para su visto bueno. Y, sobre todo, ha criticado que lo haya hecho «a pesar de que este documento cuenta con el rechazo unánime del sector y del Gobierno andaluz por haberse realizado sin tener en cuenta informes y estudios de impactos».

La consejera ha calificado de «jarro de agua fría» la aprobación inicial del PEPAC. Un plan que, según ha advertido Crespo, «va a traer graves consecuencias a los agricultores y ganaderos andaluces que perderán 500 millones de euros con su entrada en vigor en el año 2023». «Unas pérdidas que afectarán de forma muy significativa a zonas históricas como la campiña de Sevilla, La Loma de Jaén, la Vega de Antequera o el Condado de Huelva», ha señalado, antes de remarcar que la PAC del Ministerio «provocará pérdidas millonarias en todo el olivar andaluz».

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