Abordar las plagas y enfermedades que afectan a la productividad y rendimiento de las explotaciones oleícolas, como la Xylella o la Moscar del Olivo, es el objetivo que aborda el grupo de investigación SALUDOLIVAR, integrado por la cooperativa OLEOESTEPA, el Instituto de Agricultura Sostenible (IAS) del CSIC, la asociación IBMA (International Biocontrol Manufacturers Association), y AINIA Centro Tecnológico.
Este proyecto de I+D, de dos años de duración, persigue lograr un aumento de la productividad en los campos de olivos, así como la reducción de fitosanitarios químicos y la mejora de la calidad de los aceites finales obtenidos.
Una vez realizado un diagnóstico previo de las problemáticas y enfermedades a abordar, SALUDOLIVAR ha iniciado el trabajo orientado a desarrollar la aplicación de tecnologías avanzadas de visión, como la teledetección hiperespectral y térmica, para la identificación temprana de síntomas en el árbol, o el uso de sistemas de biocontrol, basados en la utilización de microorganismos o extractos, más sostenibles y efectivos que los fitosanitarios químicos habituales.
Específicamente, las tres líneas de I+D que se han puesto en marcha en el marco del Grupo Operativo SALUDOLIVAR tienen que ver, primero, con acciones preventivas, desarrollando técnicas para evitar la entrada de nuevos patógenos en el campo español, así como de productos fitosanitarios de base biológica para evitar el contagio.
Los progresos que se realicen sobre la salud del olivar repercutirán en toda la cadena de valor
La segunda línea de investigación son acciones correctivas. En este caso, SALUDOLIVAR se centra en el desarrollo de productos fitosanitarios de base biológica para el tratamiento de enfermedades presentes en el territorio español, así como para el control biológico de plagas y otros elementos transmisores de enfermedades que afecten al olivar.
La última, como corresponde, se refiere al control y la detección de las plagas y enfermedades, con la definición de sistemas automatizados para la monitorización de cultivos y detección.
La aplicación final de los avances conseguidos se testará en campos de olivar reales, a fin de validar sus resultados y hacerlos extrapolables al conjunto del sector.
Los integrantes de este grupo de investigación, a firman que los progresos que se realicen sobre la salud del olivar repercutirán en toda la cadena de valor: desde el agricultor, el transformador de la industria oleícola o de aceitunas de mesa y el consumidor final, que podrá acceder a productos producidos de forma sostenible, más naturales y libres de pesticidas químicos.