Eladio Aniorte Aparicio / Presidente de ASAJA Alicante – Jóvenes Agricultores
Este artículo de opinión no es uno más. Normalmente hablo de problemas estructurales que sufre el sector agrario, como los bajos precios, la presión de las comercializadoras, las trabas burocráticas, la reciente prolongación del veto ruso a las frutas y hortalizas de la Unión Europea hasta 2018, la llegada a la Península de la plaga de la Xylella fastidiosa, más conocida como el ébola del olivo… Todas ellas son cuestiones importantísimas que marcarán el futuro de la agricultura mediterránea y con las que tenemos que lidiar a diario para salir lo menos peor parados posible. Pero los agricultores asumimos que, como en cualquier otro sector o actividad económica, siempre habrá problemas por los que tendremos que luchar y dejarnos la piel.
Sin embargo, el artículo de opinión de hoy es un mensaje claro y directo de S.O.S hacia la Ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina y el presidente del Gobierno de España, Mariano Rajoy. Estas palabras son un grito de desesperación de los agricultores del sureste español porque NO TENEMOS una gota de AGUA con la que regar limoneros, naranjos, granados, hortalizas…
Compañeros del campo no dejan de llamarme para saber si habrá algo de agua para agosto… las preguntas de los últimos días son ¿qué hacemos si se nos secan los cítricos? ¿a quién reclamamos indemnizaciones? Y no puedo dar una contestación porque la incertidumbre es total. Se me parte el alma al ver que nuestro modelo productivo, pionero en el mundo, se derrumba, al comprobar cómo toda la modernización de regadíos llevada en el sureste español está pendiendo de un hilo… No tenemos agua, ni si quiera nos llega para acabar el mes y la agonía entre los agricultores es palpable, porque detrás de este modelo productivo que nos ha llevado a que la exportación agrícola de Alicante, Murcia y Almería represente un 42% de las ventas del sector en España, hay familias enteras que hoy no pueden dormir porque no saben lo que será de ellos mañana.
Y lo más triste es que no tienen agua, no por qué no haya, sino por la inoperancia y la falta de gestión de nuestros gobernantes. El Ebro vertió al mar en 2016, 9.000 hectómetros. El sureste solo necesita 400 para seguir adelante y no perder 80.000 puestos de trabajo que dependen directamente del trasvase y más 3,47 millones de hectáreas de frutas y hortalizas… Realmente, pedimos migajas en relación a la contraprestación que podemos ofrecer con esos pocos hectómetros. No estamos pidiendo más agua, ni aumentar las plantaciones existentes, solo mantener los niveles de los últimos 40 años. No nos pueden dejar tirados de esta manera de la noche a la mañana.
Lo repetiré una y mil veces, el déficit no es de agua, es de política e infraestructuras necesarias en los territorios cedentes, principalmente. En España no falta agua, falta determinación política, infraestructuras y no menos importante, solidaridad. Me reitero en mi afirmación de que nosotros no queremos quitarle agua a nadie, pero sabemos que hay agua suficiente para todas las comunidades y no podemos dejar de gritar que esa agua debe repartirse equitativamente. Nos va la vida en esto y no llegamos a entender por qué la palabra trasvase se ha demonizado. Trasvasamos gas, electricidad, ropa, comida… ¿qué hay de malo en trasvasar agua?
Desde nuestra organización siempre hemos dicho que queremos dialogar con el resto de comunidades, que se formule un plan hidrológico integrador, solidario, que atienda los problemas de todos, que aporte infraestructuras y consenso. Pero, para ello, nuestra Ministra y nuestro Gobierno tienen que sentar en una mesa a todos los territorios y agentes implicados de forma inminente. Señora Ministra, necesitamos de su presencia en esta zona para que vea cuál es la realidad con sus propios ojos. Necesitamos que escuche a los agricultores de Alicante y nos parece injusto, e incluso reprochable, que recientemente haya visitado zonas agrícolas de Valencia que no tienen problemas de agua y a nosotros ni nos reciba, con la que está cayendo por culpa del cierre del trasvase Tajo-Segura. Su actitud nos deja completamente estupefactos y demuestra el nivel de frialdad de este Gobierno con respecto a una situación verdaderamente dramática.
Como digo, este escrito, aparte querer reflejar el sentir de los agricultores alicantinos, es una llamada de socorro, un mensaje de S.O.S con el que le pedimos responsabilidad. Le exigimos que cumpla con su trabajo y con el compromiso que requiere un puesto como el suyo y que transmita a Mariano Rajoy que es él el que tiene que coger las riendas de este problema, el cual tiene rango de Estado, que debe abordar la presidencia del Gobierno. De no hacerlo y proponer soluciones viables, el tema del agua les explotará en las manos a usted y a este Gobierno. Sabemos que nos va la vida en Tajo, espero que lo tenga en cuenta y esté a la altura.