Precisamente, estas autoridades ha mostrado su "preocupación" por una falta de control fitosanitario previo a la exportación de la carne enfriada.,En este sentido, Alexéyenko subrayó que las empresas proveedoras de carne no se atienen a los estándares de control rusos como está prescrito en los respectivos contratos de suministro.
Alexéyenko aseguró que las restricciones tienen un carácter provisional y se levantarán una vez que las empresas españolas y holandesas cumplan con los requisitos de los servicios fitosanitarios rusos.
El SIAG amenazó la semana pasada con prohibir las importaciones de carnes y productos lácteos procedentes de 614 centros de producción de España y pese al envío de una delegación del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (Magrama) a Moscú "con objeto de tratar conjuntamente" la suspensión provisional de estas importaciones , han decidido seguir adelante con el veto.
Fuentes del Ministerio subrayaron esta semana que "el Gobierno ha reaccionado inmediatamente para establecer contactos directos" y que iba a abordar este "asunto con las autoridades competentes del país", sin embargo, las autoridades sanitarias rusas inspeccionaron 19 empresas españolas que exportan productos animales a los países de la Unión Aduanera (Rusia, Bielorrusia y Kazajistán) y llegaron a la conclusión de que "incluso siendo benévolos, el 62 % de éstos no responden a nuestras exigencias", dijo entonces el jefe del SIAG, Serguéi Dankvert.
RIgualmente, recordó que en la actualidad 764 empresas españolas suministran carnes y lácteos a la Unión Aduanera, entre ellos 614 bajo responsabilidad de los servicios veterinarios de España.
Daño y reflexión a las exportaciones porcinas
Las consecuencias para España de esta decisión no están aún cuantificadas, pero si se ha quedado patente que la medida va a representar un duro golpe para la exportaciones porcinas y de pollo, mientras que la de vacuno se notará menos al absorber sólo un 5% de la que exporta y en su gran mayoría congelada, que de momento se libra del veto moscovita.
Respecto a la carne de cerdo, el director de la Asociación Nacional de Productores de Ganado Porcino, Miguel Ángel Higuera, ha remarcado que, por las informaciones que maneja la entidad, las deficiencias que han encontrado los inspectores rusos en su pasada visita a España (del 3 al 16 de marzo) "han sido una ligera no conformidad en la trazabilidad y en otros asuntos menores".
"Consideramos que la medida es exagerada pero, obviamente, las autoridades rusas son las que tienen que tomar la última decisión", ha añadido Higuera.Una postura que choca frontalmente con la de ASAJA, que fue más contundente al señalar que este veto supondrá "un golpe" para las exportaciones españolas de carne porcino a "un mercado muy importante" para este subsector ganadero.
Asimismo, dejó claro que "cualquier cierre de fronteras en terceros países causa un evidente perjuicio al sector, más aún siendo Rusia, cuyas importaciones de porcino estaban tirando mucho", recalcó el responsable de ganadería de carne de Asaja, Adolfo Alcalde, quien añadió que la industria exportadora se enfrenta a restricciones al comercio en una de sus vías principales de ventas fuera de la Unión Europea.
Aunque quizás su menaje más claro fue cuando instó a los mataderos españoles a reflexionar sobre este problema y a "actuar" para mejorar esta situación, porque no es la primera vez que inspecciones veterinarias que visitan nuestro país han detectado alguna incidencia.
Medida "proteccionista"
Con respecto a la exportacoión de carne de pollo, la Organización Interprofesional de Avicultura de Carne de Pollo (Propollo) cree que se debe a una medida "proteccionista" para revalorizar sus producciones internas y potenciar su industria alimentaria antes de dar un paso más y abordar la exportación, eliminada su dependencia del exterior.
En este sentido, opinan que las autoridades rusas ponen trabas en el comercio para asegurar con ello un precio interno alto -una vez librada la competencia y la presión de las importaciones- y por tanto beneficios y rentabilidad a su propia industria para seguir creciendo.
A su juicio, dicho país aboga por asegurar unas medidas en el mercado interior que permitan que producir pollo en Rusia sea rentable y su industria pueda invertir en él para su crecimiento.