EFE .- "Los horticultores de Europa pagan un elevado precio por la falta de consecuencia y las ambiciones carentes de toda lógica de aquellos que tienen la obligación de hallar soluciones", dijo Oníschenko en una entrevista con la agencia Inteferfax, en alusión a los funcionarios de la Comisión Europea.

El pasado 30 de mayo, Rusia prohibió las importaciones de verduras procedentes de España y de Alemania debido al brote infeccioso de la bacteria "E.coli", veto que el 2 de junio las autoridades rusas ampliaron a todos los vegetales procedentes de la UE.

"Estamos frente a una renuncia a propuestas concretas que fueron aprobadas en las negociaciones (en la cumbre Rusia-UE) de Nizhni Nóvgorod. Hay intentos (por la parte europea) de dictarle su voluntad Rusia", dijo Oníschenko.

En esa reunión, los líderes de Rusia y la UE acordaron que la prohibición a las importaciones de verduras europeas sería levantada a cambio de certificaciones de seguridad fitosanitaria extendidas por la Comisión Europea, cuyos parámetros serían acordados con las autoridades rusas.

Según el responsable sanitario, el martes pasado, en la última ronda de conversaciones, los representantes europeos trataron de imponerle a Rusia un "formato de confianza verbal en la seguridad de la producción" hortícola de los países de la UE.

Las declaraciones de Oníschenko se producen al día siguiente de que la Comisión Europea expresara su "profunda insatisfacción" con el hecho de que Rusia mantenga la prohibición.

Según la Comisión, que en su momento calificó de "desproporcionada" la medida de Moscú, el origen de la bacteria letal está identificado y "no existe ninguna justificación para que el embargo ruso siga vigente".

Oníschenko replicó hoy que "lamentablemente la fuente y el factor de contagio no han sido establecidos y continúa aumentando el número de enfermos".

 

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