DICYT.- El departamento de Risaralda, en Colombia, ha puesto en marcha una política pública abierta y participativa con el objetivo de consolidar el Plan de Gestión Ambiental Regional, encaminado hacia el desarrollo sostenible, el cual se ha denominado Plan de Gestión Ambiental 2008-2019: Risaralda Bosque Modelo para el Mundo.

Esta propuesta busca que la comunidad, los grupos de investigación en Medio Ambiente y en Biodiversidad, la Corporación Autónoma Regional de Risaralda (Carder) y el sector público, se apropie y conozca de primera mano la Política Pública Ambiental para que entre estas partes, se realicen ajustes, acuerdos y proyecciones en materia de protección y preservación de los bosques y las microcuencas del departamento de Risaralda y del Eje Cafetero.

Para John Mario Rodríguez Pineda, investigador del Centro de Investigaciones y Estudios en Biodiversidad y Recursos Genéticos (Ciebreg) de la Universidad Tecnológica de Pereira (UTP) y que cuenta con el apoyo del Departamento Administrativo de Ciencia, Tecnología e Innovación, (Colciencias), la importancia de llegar acuerdos sobre el cuidado de los bosques en el Eje Cafetero, tiene que ver con discutir el Plan de Ordenamiento de Cuencas, que es una de las riquezas naturales más importantes del departamento de Risaralda.

Además, alertar por el cuidado de los bosques, que son sistemas necesarios para el sostenimiento del planeta, por la biodiversidad que mantienen y que fenómenos como el cambio climático tiene estrecha relación con los bosques “y si van disminuyendo o cambiando, los efectos serán cada vez más notorios”, declara el experto para la agencia de noticias DiCYT.

El proyecto contempla, entre otros aspectos, que debe existir una política pública por la preservación de bosques, que son refugios donde se mueve la fauna y de allí se alimenta. “Mantenerlo es muy importante, pero es una tarea muy difícil”, indica Rodríguez Pineda.

La gente no percibe –continua– que su supervivencia depende de esos bosques y de todos los servicios que presta este ecosistema, como: polinización de los cultivos, almacenamiento de carbono en el suelo, la producción de fibras, la conservación de árboles, suelo y agua. “La gente imagina que se puede vivir sin bosques. Hoy hay niños que no saben que las flores, las verduras y las frutas se cultivan y vienen de los bosques”, afirma.

Rodríguez Pineda, manifiesta que los bosques serán mucho más importantes cuando los servicios que prestan desaparezcan y muestren un impacto en la vida, “mientras eso no suceda no habrá preocupación”, declara.

En el Eje Cafetero hay amplias y buenas extensiones de bosques que están en áreas protegidas, pero hay bosques que no lo están y que compiten con el agricultor, el cual las debe cultivar y allí aparece un dilema sobre dejar intacto el bosque o cultivarlo para obtener beneficio.

“Por ahora no hay un sistema que le diga al agricultor que deje el bosque y reciba una compensación por hacerlo. Eso todavía no existe y el sistema económico es muy poderoso, pero ya hay proyectos encaminados hacia ese propósito”, finaliza Rodríguez Pineda.

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