En la comparecencia conjunta en el Senado de esta semana, junto al ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, la  vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, aseguraba que “tenemos un problema serio con nuestra biodiversidad”, ha subrayado Ribera, para añadir: “O nos lo tomamos en serio, reaccionamos a tiempo y gestionamos decisiones complejas o encontraremos muy difícil dar respuesta a nuestros hijos y nietos, (sobre un tema) que hoy gracias a la tarea de Félix Rodríguez de la Fuente hemos heredado en un razonable estado de conservación”. Lo que no esperaba es que la hija del naturalista se ha ya posicionado contra el Plan de protección de su ministerio.

La naturalista Odile Rodriguez de la Fuente, hija del naturalista más señero de nuestro país y referente de todas las generaciones posteriores, Félix Rodriguez de la Fuente, acudió recientemente al debate sobre la caza del lobo desde las páginas de la revista COAG INFORMA.  Este debate, originado por el Gobierno central al pretender que el cánido deje de ser una especie cinegética, “se encona en posiciones que muchas veces son más ideológicas que prácticas”, sostiene la naturalista. Pero tiene solución: “tratar de entender la realidad de los que viven en el campo. Ponerse en su lugar y desde la empatía y el respeto apoyarles en la búsqueda de soluciones. Si los ganaderos se sienten apoyados, serán los mejores custodios de la naturaleza”.

Frente a todo el debate suscitado principalmente por los sectores animalistas que apoyan al Gobierno central y que, en opinión de los profesionales del campo, no responde a una necesidad científica sino a cuestiones ideológicas y electoralistas, Odile Rodriguez de la Fuente aporta un matiz tremendamente revelador. Dice que “elevar el nivel de protección al lobo no me parece una decisión ni social ni científicamente necesaria y podría incluso ser contraproducente para la propia especie”.

La naturalista, por todo lo expuesto, considera que el ganadero, sobre todo en extensivo es hoy en día un héroe. “Estoy totalmente de acuerdo con que ser ganadero, hoy día, en régimen extensivo, es una heroicidad. Pero no solo por estar en el punto de mira de la naturaleza sino por otros muchos factores que tienen más que ver con otro tipo de animales: las personas. Pero la naturaleza siempre fue y será la mejor aliada de los ganaderos y agricultores. Ellos, mejor que nadie saben que un ecosistema frágil y contaminado acaba por agotarse también para sus explotaciones. Que donde no hay depredadores, hay más plagas y otros animales como cornejas, topillos, conejos o ratones que acaban causando enormes daños

No obstante, la naturalista se define partidaria de que el lobo deje de ser con el tiempo una especie cinegética, pero dice que “así no. Tiene que ser una decisión de todos los sectores implicados. Tiene que haber consenso” con los ganaderos.

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