La Comisión Europea aprobó formalmente este lunes la moratoria de 90 días de su primera ronda de represalias a los aranceles de Estados Unidos, que decidió después de que el presidente estadounidense, Donald Trump, anunciara la congelación por el mismo tiempo de una parte de los gravámenes que había anunciado previamente.
En concreto, el Ejecutivo comunitario ha adoptado dos actos legales, el primero de los cuales impone las contramedidas en respuesta a los recargos estadounidenses al acero y al aluminio, mientras que el segundo suspende dichas medidas hasta el 14 de julio de 2025, según ha informado en un comunicado.
Esta primera respuesta por parte de la Unión Europea conlleva unos aranceles de hasta el 25 % a las importaciones de una amplia y variada lista de productos procedentes de Estados Unidos por valor de 20.900 millones.
Estos gravámenes, que son una respuesta únicamente a los que Estados Unidos aplica a las exportaciones europeas de acero y aluminio se iban a recaudar en tres oleadas diferentes, la primera a partir de este martes, 15 de abril.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, explicó cuando anunció esta decisión que el objetivo era «dar una oportunidad a las negociaciones» con Washington, pero al mismo tiempo advirtió de que la UE comenzará a aplicar los aranceles de represalia si estas conversaciones no tienen éxito.
Aunque Trump detuvo durante 90 días los aranceles llamados «recíprocos» adicionales, Estados Unidos sigue aplicando un recargo del 10% a las importaciones de todos los productos procedentes del bloque europeo, además de los del 25% a las compras de acero, aluminio y vehículos y sus componentes.
La primera ronda de contramedidas europeas, que queda ahora pausada durante tres meses, respondía sólo a los aranceles sobre el acero y el aluminio y golpeaba una amplia diversidad de productos estadounidenses, dejando para diciembre el aplicar aranceles a la soja y la almendra.
La negociación sigue siendo el camino preferido de las autoridades comunitarias, que sin embargo siguen preparando nuevas represalias para golpear a Estados Unidos en caso de que el diálogo no resulte en una solución beneficiosa para ambas partes.