El Sindicato Labrador Gallego, ante la posición contraria al incremento del salario mínimo interprofesional (SMI) de las tres principales organizaciones agrarias del Estado, quiere manifestar su total desacuerdo con esa postura. Por el contrario, el Sindicato Labrador apoya la subida del SMI de manera rotunda, clara e inequívoca «porque mantener el salario mínimo en el nivel actual supone legalizar la pobreza y la exclusión social y económica de miles de trabajadores y trabajadoras del campo».

De la misma manera, «como labradores y labradoras que cotizamos como trabajadores y trabajadoras por cuenta propia, también queremos que nos garanticen una renta mínima digna como personas trabajadoras del campo o Unidades de Trabajo Agrario ( UTAs), unas rentas a través de las cuales se nos asegure unos ingresos netos mínimos de acuerdo al SMI».

Para eso, desde el Sindicato Labrador Gallego reivindican que los fondos de la Política Agraria Común (PAC) se orienten hacia esta finalidad, «de manera que no haya necesidad de tirar de los presupuestos públicos del Estado o de las comunidades autónomas para garantizar esa renta mínima básica para el campo. Podría conseguirse simplemente aplicando la PAC con un carácter social, repartiendo sus fondos realmente entre los labradores y las labradoras, y no malgastando cantidades millonarias que van a parar mayoritariamente la familias terratenentes, latifundios, corporaciones industriales, grandes empresas, especuladores y fondos de inversión».

Además, SLG defiende que el Gobierno tiene potestad para legislar, a través de la reforma de la Ley de la Cadena Alimentaria, de cara a que los labradores y labradoras perciban precios por el producto de su trabajo que dejen unas márgenes de beneficio dignas y nunca bajen de los cuestes de producción.

También reivindican que la pensión mínima digna se iguale con el incremento del salario mínimo interprofesional «porque, precisamente, las personas en la última etapa de su vida es cuando son más vulnerables y precisan, más que nunca, mantener un nivel adquisitivo suficiente para vivir esos últimos años sin perder su dignidad. En este sentido, hace falta recordar que los labradores y labradoras de Galicia que se jubilan perciben las pensiones más bajas del Estado agravadas con una injusta hendidura de género que hace que las mujeres estén en una situación de mayor vulnerabilidad que los hombres. Precisamente, hacer que las pensiones no bajen del SMI finalizaría con esta manifiesta desigualdad entre hombres y mujeres».

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