EFE.- Este Kogia Breviceps, del que únicamente han aparecido dos ejemplares muertos en la costa cantábrica en los últimos doce años, pudo ser devuelvo al mar con vida, después de una complicada operación de rescate, según ha informado la Coordinadora para el Estudio y Protección de las Especies Marinas (CEPESMA)

El cachalote pigmeo es un cetáceo odontoceto catalogado en 1838 como Kogia Breviceps -que significa cabeza corta-, mide entre 2,7 y 3.4 metros de longitud y su peso que no sobrepasa los 400 kilos.

Tras estabilizar al animal en la playa, personal de CEPESMA y de la Guardia Civil, con la ayuda de particulares, procedieron a su traslado al puerto de Avilés con la idea de embarcarlo y llevarlo mar adentro.

El embarque no fue posible en Avilés y hubo de ser trasladado por carretera hasta la antigua rula del puerto deportivo de Gijón, donde pudo ser subido a bordo de una lancha de la Cruz Roja del Mar y liberarlo a una milla y media de la costa.

Las personas que formaron parte del operativo, según relata CEPESMA, pudieron comprobar con satisfacción que el animal se adentró en el mar en óptimas condiciones.

Este tipo de cetáceos tienen un gran parecido con el gran cachalote y los adultos presentan una cabeza cuadrada y una mandíbula larga y angosta.

Habita lejos de la costa, preferentemente en aguas cálidas, y existen registros en todos los mares templados, subtropicales y tropicales.

No existen datos fiables respecto a su población y conservación ya que no es fácil verlos en superficie y puede ser confundido con su pariente, el cachalote enano.

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