La diversidad de las especies forestales en cualquier entorno repercute de forma muy favorable sobre el medio ambiente, dado que la arboleda es un sumidero natural de dióxido de carbono, que contribuye muy favorablemente en el calentamiento global. Por otra parte, la vegetación arbustiva y arbórea contribuye a la estabilización de taludes, bordes de arroyos…etc, con lo que ello supone en lo referente a la lucha contra la erosión. Del mismo modo, se logra un efecto positivo en el ciclo hidrológico del agua, y por supuesto se ofrece un lugar para descanso, nidificación y refugio de innumerables especies de fauna silvestre.
También resultan muy atractivas las especies frutícolas, que aportan alimento muy cotizado por aves, mamíferos y demás fauna silvestre. Sirvan como ejemplo especies como el madroño, el lentisco, arrayán o el acebuche, que además de tener un alto valor ecológico per se, ofrecen un alimento muy interesante para la fauna.
En resumen, se trata de una iniciativa muy valorada por agricultores y propietarios rurales de toda la provincia, respaldada por los numerosos beneficios y repercusiones positivas sobre el medio natural.