"El sector atraviesa por uno de los momentos más difíciles de su historia" y actualmente sólo queda una industria azucarera -de las cinco que llegó a haber en Andalucía-, que está a un 50 % de su rendimiento potencial, ha señalado.
"Si British Sugar -en referencia a la firma propietaria de Azucarera- no apuesta por el sector y paga más, el cultivo desaparecerá", porque la remolacha se sitúa por debajo de los niveles de rentabilidad para las agricultores, ha afirmado García.
En su opinión, la estrategia de esta compañía ha sido la de "quedarse" con el mercado del azúcar en España -mas de 1,4 millones de toneladas de consumo-, por lo que ya no le importaría dejar la producción en la Comunidad andaluza si lo considera oportuno.
El responsable sectorial de UPA-Andalucía, Juan Sánchez, ha coincidido en apuntar que las pobres siembras en esta zona, inferiores a las 5.000 hectáreas, anticipan que podría ser la última campaña en la que se cultive remolacha en esta Comunidad.
Más aún cuando "el año próximo ya no habrá ayudas agroambientales" de la Junta de Andalucía para el sector, debido a los recortes públicos, según ha asegurado Sánchez.
Las siembras han sido muy tardías este año debido a las últimas lluvias, lo que podría afectar a la evolución del cultivo y, por tanto, implicar una pérdida de ingresos para el remolachero.
Sobre el futuro que correría la factoría de Azucarera de Jerez de la Frontera (Cádiz), la última que queda abierta en la región, Sánchez se pregunta "si se podrá mantener (operativa) sólo refinando azúcar" de caña importada.
Andalucía no alcanzará este año la cuota que tiene asignada -unas 73.000 toneladas de azúcar- tras la fuerte reducción de las siembras, con lo que apenas obtendrá 46.000 toneladas de este producto alimentario en el mejor de los casos, según fuentes de la Federación de Grupos Remolacheros de Andalucía.
El sector se está abandonando, denuncia la Federación, que recalca que British Sugar "tiene margen suficiente" por sus beneficios y el precio del azúcar en el mercado para elevar lo que paga por el tubérculo a los agricultores y evitar así la desaparición del sector remolachero andaluz.