La Unión de Agricultores, Ganaderos y Silvicultores de la Comunidad de Madrid (Ugama) señala que el sector agrario madrileño se encuentra entre los tres más envejecidos a nivel nacional.
Las tres regiones españolas con más perceptores de ayudas directas de la Política Agraria Común (PAC) mayores de 65 años son la Comunidad Valenciana, con un 48,82 por ciento; Navarra, con un 47,73 por ciento, y Madrid, con un 46,23 por ciento.
El presidente de Ugama, Alfredo Berrocal, destaca que si no hay «un cambio radical» de las políticas agrarias de Madrid, acompañadas de una clara voluntad política de participación y colaboración con el sector del campo madrileño, el medio rural estará abocado al abandono y al despoblamiento.
El PDR sólo ha ejecutado 2.196.261 euros, frente a los 627.601.635 euros ejecutados a nivel nacional
En un comunicado, Ugama precisa que la cuantía de la ayuda a la incorporación de jóvenes al sector rural madrileño es la más baja de todas las comunidades y agrega que el programa de desarrollo rural en la Comunidad de Madrid solo ha ejecutado 2.196.261 euros, frente a los 627.601.635 euros ejecutados a nivel nacional.
Según el último informe del Fondo Español de Garantía Agraria (FEGA) del año 2016, el 46,23 por ciento de los perceptores de ayudas directas tienen más de 65 años y reciben más de la cuarta parte del montante global, el 26,22 por ciento, frente al 7,58 por ciento de menores de 40 años que reciben únicamente el 15,49 por ciento de dichas ayudas.
La organización destaca que tampoco hay igualdad de sexos en el campo en la región de Madrid, ya que las mujeres perceptoras son menos de la mitad que los hombres: 1.795 mujeres frente a 3.671 hombres.
Las mujeres perciben una tercera parte de las ayudas, 6.169.744 euros, frente a los 19.271.000 euros que reciben los hombres, cifras la entidad califica de «decepcionantes».
Ugama indica que el número total de perceptores en la Comunidad de Madrid ha pasado de 8.747 beneficiarios en 2011 a 5.917 en 2016. El sector agrario madrileño representa el 0,1 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) autonómico y supone el 0,75 de la población activa madrileña.