COMUNIDAD DE MADRID.-La Comunidad ha procedido a la suelta en el cielo de la región de dos polluelos de águila azor perdicera criados en cautividad. Esta especie, que ha estado al borde de la extinción, cuenta únicamente con dos parejas reproductoras en la región, situadas en el Sureste y en el Monte de El Pardo. El director general de Medio Ambiente, Federico Ramos, ha participado en la suelta de los polluelos, que vivirán en libertad gracias a la técnica conocida como ‘hacking’.
Este sistema, de origen cetrero, se basa en la filopatria o la fidelidad de estos animales al lugar de nacimiento y su la tendencia a volver a dicho lugar. Con la reintroducción de los dos ejemplares de águila perdicera que han nacido en la región y por su tendencia a regresar cerca de su nido, se asegura la permanencia de esta especie en la zona.
Ésta es la segunda vez que se realiza este tipo de introducción de águilas perdiceras en la Comunidad, y se hace tras constatar el éxito cosechado tras la suelta del pasado año. Entonces se liberaron por primera vez dos ejemplares que habían sido criados en cautividad. Los polluelos soltados han nacido en el Hospital de Fauna Herida de Grefa en Majadahonda. A los 35 y 45 días de su nacimiento, los polluelos ya están preparados para ser liberados y aprender a volar en un tiempo aproximado de tres semanas.
Mientras tanto, y pese a soltarlos en una cueva natural cercana a Valdemaqueda una vez anillados y provistos de transmisores satelitales-GPS para su monitorización, los técnicos llevarán a cabo un control diario para garantizar el éxito de la reintroducción. Gracias a este seguimiento se han podido conocer los movimientos efectuados por los ejemplares liberados el pasado año y constatado vuelos habituales del macho por la provincia de Toledo y Castilla y León, mientras que la hembra ha llegado a Castellón y el estrecho de Cádiz, recorriendo casi 600 kilómetros.
Dos sueltas de desnides
Además de los dos ejemplares nacidos y criados en cautividad en el centro de Grefa, también se ha procedido a la reintroducción de otras dos águilas perdiceras. Estos polluelos, donados por la Junta de Andalucía, provienen de desnides, aunque por su corta edad (aún no han empezado a volar) también regresarán a su lugar de cría cuando sean adultos.
En estos momentos, FIDA cuenta, en colaboración con Grefa, con dos parejas establecidas, dos adultas en proceso de formación y seis formadas por aves adultas no reproductoras, algunas también cedidas por la Junta de Andalucía. El objetivo es alcanzar unas 15 parejas reproductoras para poder acometer diversos proyectos de reintroducción a la vez.