Cuando parecía que los proyectos de macrogranjas se estaba centrando en el sector del porcino, el fantama del proyecto de una macrovaquería en Noviercas ha regresado a la actualidad. Tanto que la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) ha solicitado por carta a la Ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, y al Ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, que se posicionen institucionalmente en contra del proyecto de instalación de la macro-granja industrial de 20.000 vacas de leche en Noviercas (Soria).
En este sentido, desde la organización agraria se insta a los máximos representantes políticos en materia agraria y medioambiental que impidan «con todos los instrumentos legales a su alcance la instalación de este proyecto por la seria amenaza que supone para la sostenibilidad del sector lácteo y el medio ambiente del entorno más cercano».
El macro-proyecto que la Sociedad Cooperativa navarra Valle de Odieta tenía intención de poner en marcha en el municipio soriano de Noviercas supondría la instalación de la mayor explotación de vacuno de leche del UE: una granja con unas 20.000 vacas de ordeño y reposición de, aproximadamente, 900 hectáreas de extensión, que vendría a sustituir con su producción (unos 180 millones de litros de leche al año) a 432 explotaciones lácteas de su entorno y, con ello, a destruir 726 puestos de trabajo directos en el medio rural.
Estos graves efectos sobre el empleo vendrían, a su vez, a sumarse a los devastadores efectos medioambientales que, según as estimaciones de la organización agraria, dicha granja generaría en la región: un consumo de agua de entre 4 y 6’35 millones de litros diarios (incluyendo usos directos – para beber – e indirectos – limpieza de la explotación, sistemas de ordeño, etc.) así como la generación de unas 368.000 toneladas de estiércol al año (cuyo almacenamiento y tratamiento plantearía enormes riesgos de vertidos y fugas).
Bueno, la realidad es que España es deficitaria en producción de leche y es un país receptor de leche excedentaria francesa que, curiosamente, sí que supone un freno para la cotización de leche a ganadero ya que suele entrar a mucho menor precio.