EFE.- Murcia conforma este proyecto, en el que participan diez países y tiene una duración de tres años, y que se enmarca en el programa del Horizonte 2020, denominado ‘Recursos tradicionales para la diversidad agrícola y la cadena alimentaria’, con el que se pretende caracterizar la diversidad genética preservada en áreas marginales de cultivo de cerezo y evaluarla.
El investigador Diego Frutos, responsable del Grupo I+D Cerezo de la consejería de Agricultura, ha destacado que en la Región y, en general, el sureste de la costa mediterránea, cuenta con interesantes materiales autóctonos con elevada diversidad genética, algunos de ellos de bajas necesidades de frío y que pueden producir sin polinización cruzada con otras variedades.
Según Frutos, España, Italia, los países balcánicos y Grecia constituyen las zonas de mayor interés para prospectar y evaluar materiales vegetales de cerezo en el sur de Europa.
Otros países invitados como Rumanía y Polonia comparten los bosques caducifolios de los Cárpatos, donde se hallan numerosos cerezos espontáneos, que pueden verse amenazados por el frío, mientras que Dinamarca constituye un ejemplo particular de marginalidad para la producción de cereza.
Por último, Alemania y Suiza, también participantes en el proyecto, pueden aportar experiencia en al área socioeconómica y en el desarrollo comercial de productos con valor añadido.