El primero en mostrar su enfado en estos días ha sido el gerente de la planta Trajucsa de Lérida, Antonio Badia, que en declaraciones a Europa Press ha señalado que antes de plantear formalmente la reclamación ante Industria, las diferentes empresas del sector deben de agotar las negociaciones y las posibles soluciones; entre ella se encuentra la moratoria de la reducción de las retribuciones que han planteado ya hace unos meses. Pero Badia entiende que si se niega la posibilidad de continuar, “se formalicen las demandas por daños patrimoniales al Ministerio de Industria".

    Antonio Badía en representación de la Asociación de Empresas para el Desimpacto Ambiental ha desarrollado una reunión con el senador de CiU, Manel Plana, y con la diputada en el Parlament del mismo grupo, Cristina Bosch, para intentar hallar una salida a la situación de las plantas de reciclaje de purines.

    En la reunión también ha estado presente el representante de la Federación de Cooperativas, Ramón Armengol, quien ha destacdo que los ganaderos catalanes afectados por el cierre de plantas debido a la reforma propuesta por el ministro Soria, además de solicitar a la Consellería que invierta el dinero del Estado en la apertura de más plantas, están comenzando a construir balsas que sirven de almacén de excrementos de los cerdos.

Enfado en los regantes y amenaza de acciones legales

     Asimismo, la Comunidad General de Regantes del Canal de Bardenas amenaza con demandar al Estado por la supresión de las primas a la producción de energía hidroeléctrica. Según denuncia esta entidad, el nuevo sistema de retribuciones que ha planteado el Gobierno central para compensar los efectos de esa eliminación supondría "la ruina" de las cuatro minicentrales que funcionan en este sistema de riegos, por lo que advierte de que, si esa propuesta no se modifica al alza, tomará «medidas legales».

    Las cuatros minicentrales hidroeléctricas del canal de Bardenas se pusieron en marcha en los años 1997, 1999, 2001 y 2011. "Se construyeron porque en la década de los noventa el Ministerio aconsejó a los regantes invertir en este tipo de instalaciones para ayudar a financiar el mantenimiento de los embalses y los canales", recuerda el presidente de la Comunidad General, José María Vinué.

    El máximo responsable del sistema destaca que las minicentrales se crearon suscribiendo préstamos y partiendo de la existencia de incentivos a la producción limpia. "Sin esas primas no se habrían hecho porque no hubieran sido rentables, suponían casi la mitad de lo que cobrábamos por cada kilovatio", insiste Vinué. Sin embargo, el año pasado el Gobierno suprimió los incentivos a las renovables.

    "Desde entonces los hemos seguido cobrando con el compromiso de que, cuando se fijen las retribuciones con las que en teoría se compensará la supresión de las primas, se liquidará la diferencia –explica el presidente de los regantes de Bardenas–. El problema es que el Gobierno central ya tiene un borrador del decreto-ley que regulará esas retribuciones y es totalmente insuficiente".

    La propuesta del Estado plantea complementar el precio de mercado con una retribución a la inversión. Sin embargo, Vinué denuncia que esa retribución se basa "en una rentabilidad tipo y en unos gastos de explotación tipo que no se corresponden con los reales y que no tienen en cuenta los préstamos suscritos para la construcción de las minicentrales".

      "Además, el borrador deja sin retribución a las instalaciones construidas en un cauce destinado a otros usos distintos del energético, lo que afectaría a la mayoría de las plantas construidas por las comunidades de regantes", critica este dirigente agrario, que también recuerda que el Gobierno ha creado nuevos impuestos a la generación.

     Vinué asegura que, si se mantiene la actual propuesta de retribuciones, las cuatro minicentrales de Bardenas "no solo no darán beneficios, sino que perderán dinero porque solo una de ellas está amortizada".

     "Se hicieron contando con unas primas y ahora el Estado ha quitado esas primas. Si las nuevas retribuciones no tienen en cuenta la inversión y los costes reales, incluidos los financieros, tomaremos medidas legales", avisa el presidente de los regantes de Bardenas.

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