EFE.- El Ministerio de Conservación indicó en un comunicado que las otras cinco han muerto murieron y que los equipos de rescate permanecen en alerta ante el riesgo de que las ballenas liberadas regresen a la costa y queden de nuevo atrapadas con la bajada de la marea.
Los guardabosques y voluntarios "han formado una cadena humana para impulsar a las ballenas fuera de las costas y mantenerlas en aguas más profundas", dijo a Efe una portavoz del ministerio neozelandés.
Las ballenas comenzaron a nadar a lo largo de la costa vigiladas por los equipos de rescate pero por la tarde regresaron a aguas menos profundas, indicó la portavoz que añadió que ahora se intenta empujarlas de nuevo hacia aguas profundas.
Los 13 cetáceos formaban parte de un grupo de 60 ballenas piloto que fueron avistados el martes cerca de Farewell Spit, donde a principios de enero otros 39 ejemplares murieron o fueron sacrificados tras quedar varados en esa zona.
Más de un centenar de ballenas murió en el mismo lugar en 2012 tras quedar varadas en bancos de arena.