Desde el inicio de la plaga se está trabajando para su control gracias a la labor de los técnicos de las agrupaciones de sanidad vegetal (ASV) de las cooperativas de la zona: ASV Frutos Secos Manchuela, ASV Almendras de Villamalea y de los técnicos de los servicios de la Consejería de Agricultura en Albacete. Gracias a estos trabajos se han encontrado medidas efectivas, aunque es necesario realizarlas de forma generalizada, motivo por el que Cooperativas solicita a la Consejería de Agricultura que ponga a disposición de este problema todos los medios disponibles para frenar e intentar erradicar la plaga antes de que alcance las principales zonas productoras de almendra de la región. De hecho, si quedan árboles de almendro no tratados se convierten en zonas refugio para la avispilla, volviendo a propagarse rápidamente por las zonas ya tratadas.
Asimismo Cooperativas ha solicitado a la Consejería de Agricultura que, ante la grave y excepcional situación derivada de que no hay productos fitosanitarios eficaces permitidos en producción ecológica, los productores acogidos a este tipo de producción que se encuentran en la zona de ataque de la avispilla y que voluntariamente lo decidan, puedan realizar los tratamientos fitosanitarios necesarios para controlar esta plaga, asumiendo la consecuente pérdida de la calificación de producto ecológico a partir de ese momento, pero sin tener que devolver la ayuda percibida hasta entonces, ya que se trata de una medida excepcional necesaria y sobrevenida para el productor, ya que está en peligro su explotación de almendros y la del resto de productores vecinos.
Concretamente la plaga de la avispilla está afectando en la actualidad a los municipios de Mahora, Madrigueras, Navas de Jorquera, Cenizate, Valdeganga, Golosalvo, Bormate, Abengibre, Jorquera, La Recueja, Alcalá del Júcar, Marimínguez, Serradiel, Fuentealbilla, La Gila, Casas del Cerro, Villavaliente, Casas de Juan Núñez, Alatoz, Carcelén, Casas Ibáñez, Las Eras de Alcalá, Casas de Ves, Balsa de Ves y Villa de Ves.
La avispilla es un insecto que pone los huevos dentro de la almendra y la oruga que nace de ella se alimenta de la pepita, dejando el fruto vacío, de hecho el síntoma más característico es la presencia de frutos vacíos en el árbol, más pequeños y de color marrón, que permanecen después de la recolección (parecen borregas).
Al abrir estos frutos se identifica claramente la oruga dentro de la cáscara de la almendra. Los frutos de dos años se vuelven negros y se ve el agujero de salida. En las plantaciones más dañadas puede llegar a afectar al 90% de los frutos. Las variedades más sensibles son las de cáscara blanda.