Durante la presentación, el ministro ha estado acompañado del presidente del Colegio de Veterinarios de la provincia de Cádiz, Federico Vilaplana; el rector de la Universidad de Cádiz, Eduardo González Mazo; así como de los presidentes de los Colegios Oficiales de Andalucía y del Consejo General de Colegios Veterinarios de España, Fidel Astudillo y Juan José Badiola, respectivamente.

    En su intervención, el ministro ha señalado que los veterinarios están especialmente indicados para hacer llegar los problemas del mundo rural al conjunto de la sociedad, de ahí la necesidad de que estos profesionales estén adecuadamente preparados en todos los ámbitos que la sociedad actual demanda. En este sentido, el ministro ha mostrado su convencimiento de que la sociedad europea demanda la toma en consideración de aspectos éticos, jurídicos y sociales de la cría de los animales de abasto, así como en los animales de experimentación y los de compañía.

    Ante la creciente preocupación de la ciudadanía por el bienestar de los animales, Arias Cañete ha recalcado el compromiso de las autoridades públicas en este ámbito. Según ha explicado, “este compromiso se materializa en la propia Constitución Europea, el Tratado de Lisboa, que otorga un estatus jurídico especial a la protección de los animales, que ha cristalizado en normas de diverso rango. Y en nuestro caso, en la Constitución Española”. En el desarrollo de estos mandatos, “las Administraciones hemos legislado a favor del cuidado animal, en los distintos ámbitos y de acuerdo con nuestras competencias”, ha añadido.

Aunar la producción con el respeto a la demandas sociales

   En opinión del ministro, este esfuerzo legislativo ha permitido avanzar para aunar la producción ganadera con el respecto por las demandas sociales de los ciudadanos, en un modelo productivo que, en términos de bienestar animal, es “el más ambicioso del mundo”.

    No obstante, Arias Cañete ha expresado la necesidad de que los ganaderos vean compensado su esfuerzo por satisfacer estas demandas de carácter ético, a través de la obtención de precios razonables por sus productos. De igual manera, para el ministro es importante conseguir la reciprocidad de los socios comerciales en todo el planeta, “para que nuestros productores no se tengan que enfrentar en desventaja, desde el punto de vista productivo y económico, a una competencia globalizada”.

    Para alcanzar el equilibrio entre los compromisos éticos y la competitividad, el ministro ha indicado que actualmente la UE se está planteando algunas de las bases sobre las que se ha asentado hasta el momento el bienestar animal. De esta forma, de unos estándares normativos basados en determinados requisitos de las instalaciones o el manejo, se pretende pasar al establecimiento de unos indicadores de bienestar animal basados en los propios animales.

   Según el ministro, este cambio de criterio va a requerir un esfuerzo de formación de los ganaderos, para lo que se ha previsto la creación de una red de centros nacionales de bienestar animal. “Y Cátedras como la que aquí habéis creado pueden y deben jugar un importante papel frente a estos nuevos retos”.

    Precisamente la Cátedra Externa de Bienestar animal de la Universidad de Cádiz “es una iniciativa inteligente y muy acertada, que nace del interés del mundo académico por un ámbito jurídico, pero también relacionado con la ética colectiva”, ha completado.

 

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