La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) ha exigido a la Unión Europea (UE) que abra una mesa de diálogo con los sectores económicos para reconsiderar una transición ecológica “menos ideológica y precipitada que permita compatibilizar la lucha contra el cambio climático con la sostenibilidad empresarial y social europea”. Esta reivindicación cobra actualidad a raíz de las críticas que están protagonizando gobiernos y ciudadanos de Alemania, Italia y Países Bajos, entre otros Estados Miembros, contra las políticas comunitarias en el ámbito de la automoción y la agricultura. Por eso piden a España que deje de ser «más papista que el Papa».
Unas reticencias se están dando en el ámbito agrario. Prácticamente todos los gobiernos de la UE se han opuesto a la propuesta de la Comisión del reglamento de uso sostenible de productos fitosanitarios, mientras que en el Parlamento Europeo solo los Verdes defienden un recorte tan drástico. En las recientes elecciones de Países Bajos, el partido BBB (Movimiento Campesino Ciudadano, en sus siglas en neerlandés) ha sido la fuerza más votada con un mensaje de hartazgo frente a las políticas medioambientales que criminalizan al sector agropecuario y no resuelven sus problemas reales.
En materia comercial, el Parlamento holandés, precisamente, ha instado al ejecutivo de los Países Bajos a bloquear el acuerdo de libre comercio entre la UE y Mercosur alegando el riesgo de competencia desleal que correrían los agricultores del país si se incluyeran productos agrícolas. Francia también rechaza la ratificación del tratado si provoca un aumento de la deforestación en Sudamérica y si los alimentos importados no respetan los estándares sanitarios y ambientales de la UE.
ESPAÑA: «MÁS PAPISTA QUE EL PAPA»
En este sentido, el presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado, critica duramente al Gobierno español “porque, a diferencia de otros Estados Miembros, no solo no pone reparos a una transición ecológica sin medir su impacto negativo sobre sus ciudadanos, sino que además presume de adelantarse a la hora de tomar medidas utópicas. Los políticos españoles quieren ser más papista que el Papa”.
Tal como pudo constatar AVA-ASAJA durante su participación en el grupo de trabajo de cuestiones fitosanitarias del COPA-COGECA celebrado en Bruselas, España es el primer país de la UE y único en 2023 que obliga a sus agricultores a cumplimentar el cuaderno digital de explotación, mientras, por el contrario, otros Estados Miembros lo consideran una medida que llegará con el tiempo. La organización agraria pide aplazar esta obligación digital, aprobando un periodo transitorio, hasta tener preparado al sector y disponer de suficientes recursos y soluciones viables para realizar las tramitaciones necesarias.
Aguado acusa al Gobierno de “querer expulsarnos de nuestros campos y granjas. Entre el cuaderno digital, la nueva PAC y las exigencias en fertilización y fitosanitarios –que suman más de mil folios del BOE– el campo se enfrenta a más burocracia, más trabas, más problemas y más sobrecostes, lo que encarecerá aún más el precio de los alimentos. Vamos a dedicar más tiempo a ser gestores y fotógrafos que a cultivar. Con la edad tan alta del sector, el desconocimiento de los procesos informáticos y la precaria rentabilidad de las explotaciones, todas estas exigencias resultan disparatas y supondrán la puntilla para muchos productores, sobre todo los pequeños y medianos agricultores y ganaderos. Ya somos líderes en abandono, envejecimiento y falta de relevo generacional, y en los próximos años se prevé un mayor desastre, donde los jabalíes camparán a sus anchas. Aún estamos a tiempo de reconducir la situación, pero hay que consensuar con la sociedad civil una transición ecológica realista”.