La Alianza UPA-COAG ha alertado y ha mostrado su rechazo tajante sobre las maniobras de las industrias lácteas para convencer al Gobierno regional de que debe impulsar y fomentar la producción de leche de cabra en Castilla y León y así responder, según sus argumentos, a la demanda que los empresarios tienen actualmente y que no pueden cubrir.
La organización teme que detrás de estas maniobras haya «un interés estrictamente económico por parte de los industriales a fin de que estos tengan a su disposición a modo de ‘siervos’ a nuevos ganaderos con explotaciones enclavadas lo más cerca posible a las factorías sin garantizarles precios».
Recuerdan que «la producción nacional a día de hoy suficiente y el precio que perciben difícilmente cubren los costes»
La Alianza UPA-COAG apunta que se trata de la misma maniobra que se realizó hace años con José Valín al frente de la Consejería de Agricultura y Ganadería para atender las necesidades de las industrias, dejando abandonados a los que siguen produciendo la materia prima con precios ruinosos, lo que ha provocado el embargo de muchas explotaciones y los problemas económicos de los ganaderos de caprino que aún hoy siguen sufriendo.
El argumento que los industriales han utilizado ante los responsables de la Junta de Castilla y León, con los que se han reunido en los últimos días, es que urge aumentar la producción de leche de cabra en Castilla y León, «cuando la realidad apunta a que la producción a nivel nacional a día de hoy es suficiente y el precio que perciben los ganaderos difícilmente ha cubierto los costes de producción a lo largo de todo este año», señala la organización en su rechazo tajante a la propuesta.
Por ello, la Alianza UPA-COAG exige máxima responsabilidad al Gobierno regional para que no atienda, una vez más, «las nocivas maniobras que pretende llevar a cabo la industria láctea, movida por un afán de sacar aún más beneficios a costa del sector productor, engatusando sin escrúpulos a ganaderos que podrían ver con buenos ojos la opción de incorporarse a este sector movidos por los cantos de sirena del sector industrial».
Finalmente, dejan claro en su rechazo tajante a la iniciativa que la única manera que tienen los grandes grupos empresariales de convencernos de sus verdaderas intenciones «es que den un paso adelante y demuestren con hechos su verdadero interés de que haya más ganaderos de caprino lácteo». Para ello, la Alianza UPA-COAG reclama contratos escritos a largo plazo (al menos 5 años) y garantía de un precio del 15 % por encima de los costes de producción que tenga el ganadero en su explotación. «Solo de esta manera comprobaremos que la Industria tiene verdadero interés por impulsar el sector caprino, y no tan solo sus cuentas de resultados a costa de la ruina de los productores».