ASAJA Castilla-La Mancha planteará este miércoles 29 en el Consejo Asesor de Medio Ambiente (CAMA) su oposición a cualquier limitación al sistema productivo que carezca de base científica y justificación objetiva en las normativas de protección de especies y espacios naturales.
Así lo ha acordado la organización agraria tras analizar los borradores del Plan de Gestión de Zonas Especiales de Protección para la Aves (ZEPA) de ambientes esteparios de Castilla-La Mancha y del Plan de recuperación del águila imperial ibérica de Castilla-La Mancha que serán tratados en la reunión del Consejo Asesor, entre otros asuntos.
El borrador del Plan de gestión de las zonas ZEPA, ha indicado ASAJA CLM, debe ahondar en la garantía jurídica y la calidad de la norma para evitar ambigüedades, así como la delimitación de las zonas y las posibles indemnizaciones si se produce pérdida patrimonial para los agricultores o se limita el desarrollo socioeconómico de las zonas.
La organización agraria, que ya ha presentado sus alegaciones al Plan, ha explicado que los estudios sobre el seguimiento de aves esteparias en las zonas ZEPA en los que se basa no son concluyentes, pues ni son representativos por el corto período de estudio analizado, ni dejan claro que la tendencia de estas poblaciones esté en declive.
Aunque se ha avanzado mucho para lograr el consenso, ASAJA CLM ha insistido en que todavía se tienen que trabajar en tres aspectos fundamentales: la zonificación, la regulación de los usos y actividades y los llamados cupos o superficie que la Administración regional autoriza para poder plantar leñosos en las ZEPAs.
PARA LA ORGANIZACIÓN CUALQUIER LIMITACIÓN A LA ACTIVIDAD PRODUCTIVA, LUCRO CESANTE O PÉRDIDA PATRIMONIAL, DEBE SER CUANTIFICADA E INDEMNIZADA
En relación al Plan de recuperación del águila imperial ibérica, ASAJA CLM ha explicado que «la delimitación de las zonas responde a un criterio pura y estrictamente administrativo, haciendo coincidir los límites de los diferentes espacios con los de los términos municipales afectados». Esta zonificación, ha advertido la organización, «provocará situaciones injustas, que darán lugar a que determinadas actuaciones puedan o no realizarse, no ya por la presencia efectiva del águila imperial, que sería lo deseable y lo eficaz, sino por la existencia o no de un límite administrativo sobre el mapa».
Además, ha criticado que no se aportan ni se facilitan informes sobre el censo, ubicación de ejemplares, nidos y/o avistamientos que justifiquen esta delimitación.
En cuanto a la prohibición del cambio de uso agrario en las zonas declaradas como áreas críticas, la organización ha explicado que no se tiene en cuenta ni los intereses ni las necesidades de los agricultores, pues cuando una explotación pretende cambiar el uso agrario o el cultivo no es por capricho sino por la falta de rentabilidad.
Tampoco se habla nada del impacto económico que supondría la aplicación del plan ni de las posibles compensaciones económicas para los agricultores afectados. En este sentido, la organización ha insistido en que, cualquier limitación al sistema productivo, lucro cesante o pérdida patrimonial, debe ser cuantificada e indemnizada debidamente.
En definitiva, ha indicado ASAJA CLM, en lugar de premiar a los territorios y sociedades que han logrado el éxito en la recuperación del águila imperial se les acaba castigando con nuevas y más severas restricciones.
Finalmente, la organización agraria ha valorado la buena interlocución existente con la consejería de Desarrollo Sostenible para abordar estos asuntos, pero ha pedido que no se ponga en marcha ninguna iniciativa de protección medioambiental sin contar con el consenso de los agentes implicados, así como sin ofrecer alternativas en caso de restricciones a la actividad o pérdidas de rentabilidad en las explotaciones agropecuarias.
En mi opinión creo que seria interesante que, surgiesen propuestas concretas, ecocompatibles, sostenibles y reales en el tiempo y con resultados a corto, medio y largo plazo, desde las entidades agrarias en pro de mejorar y restaurar el medio ambiente que tan duramente y durante tantos años, hemos contribuido a degradar en nuestro sector y que permitan además la sostenibilidad económica…Debo decir que casi toda la información que me llega, va en la dirección contraria. No puede haber una oposición permanente, a casi todo lo relacionado con lo que como sociedad desarrollada «nos toca hacer»: Ley de Restauración de la Naturaleza, ecorregímenes (defectuosos..), reducción del uso de fitosanitarios para el 2030…etc, seamos más consecuentes también con lo que decimos y hacemos porque el medio ambiente, es de TODOS…os invito a producir y consumir ecológico…si el consumidor tenemos que pagar lo debido, por comer con mayor calidad, más sano y recuperar nuestra biodiversidad, porque el agricultor produzca con «respeto», luchemos en esta dirección…no en la contraria….asumamos la dirección del camino más correcto y luchemos por él…el tiempo se acaba.
Cualquier agricultor sabe que su actividad cada vez está más influenciada por parámetros de sostenibilidad social, medioambiental pero también económica. Que una explotación no se certifique como agricultura ecológica no implica hacer prácticas contrarias al manejo agroecológico. Un técnico si de algo le ha servido su paso por la Universidad es porque tiene que tener una visión más holística de la realidad. En este caso concreto debe compatibilizarse la creación y mantenimiento de un hábitat en donde la avifauna autóctona pueda desarrollarse en un entorno de territorio rural pero en donde la actividad agraria también lo pueda hacer. En el entorno de nuestra finca habitan una pareja de águilas reales y créame que es un placer para la vista ver su vuelo y le aseguro que si se realizara una práctica que les fuera perjudicial la modificaríamos para evitarlo. Creo que a veces se legisla más para justificar el trabajo de personas que se dedican al ecologismo como medio de vida que por necesidades reales. No hay dicotomía ni antagonismo entre actividad agraria y respeto medioambiental pero a veces por tanto reglamentar no se consigue el objetivo deseado sino el contrario. Nosotros los ecorregimenes los tenemos implantados desde que mi hijo se instaló como joven agricultor hace 7 años y en ausencia de ayudas que hoy si las hay. Ello ha permitido pasar de un contenido de materia orgánica en el suelo desde el 1,5% hasta el 2,15% de media y esto es un secuestro de carbono por Ha muy alto y desde luego son prácticas que contribuyen a mitigar el cambio climático. Pero si no hay sostenibilidad económica -no puede estar por ejemplo, en nuestro caso, el precio de la almendra en esas llamadas Lonjas por debajo del costo de producción- tampoco habra sostenibilidad medioambiental ni social, y cuando se va a unas reuniones si quiere que se sean fructíferas en la Mesa deben ponerse como objetivo el cumplimiento de la tríada no de una solo. No hay que olvidar que La actividad agraria es la gestora realmente del territorio.