La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) advierte de que el método que utiliza el Gobierno central a la hora de aplicar la reducción de los índices de rendimiento neto (módulos) en el régimen de estimación objetiva del IRPF –el sistema de tributación mayoritario entre los agricultores y ganaderos– amenaza con dejar fuera de esta medida fiscal a la mayoría de los cultivos y términos municipales de la Comunitat Valenciana, así como a los de otras muchas CCAA.
El sistema, tal como está concebido, aplica la rebaja de módulos a aquellas zonas y cultivos que hayan sufrido un descenso de su producción como mínimo del 30% como consecuencia de adversidades climáticas respecto al año anterior, en lugar de tomar como referencia un año climatológicamente normal en el que no se han producido mermas de cosecha.
El método elegido para rebajar la cuota obliga a que una explotación solo tendría que quedar el 22% de la cosecha
Y es que, tal como recuerda el presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado, “el campo valenciano viene sufriendo desde 2012 cuatro años consecutivos de sequía y, además, a finales de 2016 se produjeron daños devastadores a causa de diversos temporales de lluvias persistentes, gota fría, pedrisco, ola de frío y viento. Es evidente que todos los cultivos valencianos y todos los términos municipales acumulan problemas debido al clima y no tiene ningún sentido comparar este año con el anterior que también fue excepcionalmente problemático, sino que lo correcto sería aplicar una rebaja de módulos proporcional a las pérdidas sufridas respecto a un año normal”.
De acuerdo con la metodología escogida por el ejecutivo, una parcela que haya sufrido los estragos de la sequía estos cuatro años y haya recibido sus correspondientes rebajas de módulos debería haber experimentado, en el mejor de los casos, una merma progresiva del 30% respecto al ejercicio precedente, de modo que para beneficiarse en 2016 de dicha medida fiscal la disminución de la cosecha debería alcanzar al menos el 78% en comparación con una producción media normal, es decir, que en la explotación solo tendría que quedar el 22% de la cosecha. Asimismo, este sistema de cálculo no contempla factores tan decisivos en la configuración de la renta agraria como son las pérdidas de calidad o los sobrecostes derivados de los riegos adicionales, los tratamientos fitosanitarios y la alimentación animal.
“Esta metodología fiscal, además de ser absolutamente perversa –afirma Cristóbal Aguado– no se ajusta en absoluto a la realidad del sector y hace muy difícil que pueda haber una rebaja de módulos en alguna producción agropecuaria de algún término municipal de la Comunitat Valenciana, cuando son más que evidentes los perjuicios ocasionados por el clima”. AVA-ASAJA cifra las pérdidas totales de las adversidades climáticas sobre la agricultura valenciana en cerca de 700 millones de euros.
Por ello, Aguado exige al Gobierno, concretamente a los Ministerios de Agricultura y Hacienda, una rectificación de la mencionada metodología antes de que el ejecutivo anuncie en las próximas semanas una rebaja de módulos ante la campaña de la declaración de la renta 2016 que podría dejar a la mayoría de los agricultores y ganaderos valencianos sin la mejora tributaria. “Teniendo en cuenta las adversidades por las que hemos pasado este año, todo lo que no sea un módulo cero para todos los cultivos en todos los términos de la Comunitat nos parecerá insuficiente e injusto”, asegura Aguado.