Francesc Reguant i Fosas / Director del Observatorio de Economía Agroalimentaria del Colegio de Economistas y miembro de ACATCOR
El agua es un recurso cada vez más escaso, especialmente con el cambio climático. La cifra de personas sin acceso a agua adecuada se acerca a los 800 millones. Las recientes crisis de precios de alimentos han advertido de una inminente crisis alimentaria relacionada con el cambio climático. La sequía actual ya está causando pérdidas significativas en la agricultura e inflando los precios de los alimentos. Es imperativo abordar esta problemática.
En primer lugar, es necesario modernizar los sistemas de riego, especialmente en Catalunya, donde casi la mitad todavía utiliza riego por gravedad. Esto requiere acuerdos rápidos entre la Administración pública, entidades financieras y agricultores.
La agricultura de precisión es el camino a seguir. Esto implica la utilización de sensores para monitorizar las condiciones del suelo, las plantas y el clima, junto con la integración de datos a través de plataformas informáticas e inteligencia artificial. Esta tecnología puede reducir el uso de agua, fertilizantes y energía, mejorando la productividad.
El Gobierno español ha abierto una convocatoria de ayudas para la digitalización de comunidades de usuarios de agua para riego, con una cantidad total máxima de 100 millones de euros y subvenciones que van desde 100,000 euros hasta 4 millones de euros por proyecto. Esta oportunidad permitirá avanzar hacia la agricultura de precisión.
Sin embargo, es importante destacar que estas ayudas se basan en una compleja legislación que puede ser mejorada a través de la simplificación y la integración. Las Comunidades de Regantes deben buscar asesoramiento para estas solicitudes.
A pesar de ello, es sorprendente que el Gobierno de Catalunya permita la utilización de tierras de riego para paneles solares en un momento en que la modernización del riego es crucial. Se necesita una planificación global para evitar errores insalvables.